El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

31 julio, 2011

El día a día

Su risa se perdió hace días y ahora en su rostro solo se aprecia el rostro del dolor. Sus ojos enrojecidos y llorosos le acompañan allá donde vaya que es a penas a quinientos metros de su domicilio habitual. Dormir, comer, beber y respirar porque son esenciales para vivir, quizás debería decir para sobrevivir. Ella no encuentra ya un motivo por el que seguir adelante y el hecho de que tenga otro hijo dependiente se diluye por momentos en sus pensamientos, sólo una cosa en su cerebro se repite como un eco una y otra vez: "jamás volverás a ver a tu hija".
No podía sacarse ese mensaje de la cabeza aunque intentase pensar en otra cosa. Su marido nunca había estado tan atento con ella y le ayudaba en todo lo que podía. Él había sacado fuerzas de algún sitio insospechado para sobreponerse al dolor por la muerte de su hija y había sido capaz de apoyar a su esposa y a su hijo. Nunca antes habían estado tan unidos como entonces y él solo pensaba en lo que su hija les había enseñado, seguir adelante.
Era duro y doloroso ver como la vida seguía tras un acontecimiento tan duro como la muerte de Cloe, pues era muy querida por sus allegados y más en concreto por sus padres. El dolor parecía agudizarse con la monotonía del día a día, levantarse, desayunar, sacar a la perra, preparar la comida, comer, mirar por su hijo, ver la tele, cenar y dormir... La madre de Cloe había llegado a confesar que si no tuviera a otro hijo por el que velar no tenía sentido seguir en el mundo. Mientras Cloe ya no estaba el sol salía cada mañana en el horizonte y se volvía a ocultar al atardecer, el día a día era duro a su paso pero solo valía una opción... SEGUIR.


26 julio, 2011

El llamador de ángeles

Había una vez una familia normal que vivía tranquilamente en una villa marinera de la costa gallega. Esta familia estaba formada por seres de lo más normal y humano pero entre sus filas había alguna persona fuera de lo común y la que más sobresalía entre toda esa maravillosidad humana era Cloe, una mujer hecha y derecha, con una cantidad de cualidades que no cabrían en este cuento pero para que os podáis hacer una idea la resumiremos en dos: luchadora y vital.

El destino o la suerte quisieron que Cloe fuera víctima de una maldición que acabaría con su vida, pero alguien que la apreciaba le regaló un llamador de ángeles. Aparentemente era un cascabel de plata labrado y que hacía un sonido muy peculiar que solo a ella le parecía armonioso, a la demás gente le resultaba un "tilín-tilín" soso e indiferente. Navegando en internet se puede leer la leyenda que habla sobre los llamadores de ángeles que dice así:

“Hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda, y que, por alguna razón, seguramente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con ellos. Los Ángeles, apenados por la pérdida de la compañía de los humanos, , obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata pura que, al agitarlos, sonaban como campanillas.

Estas esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les explicaron que, aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo necesitaban agitar la esfera, ya que, cuando escuchara su sonido, el Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía.

Los Ángeles pusieron una condición: el colgante sería de uso exclusivo y personal, pues todos tenían un sonido propio y reconocible por cada Ángel Guía, y este ángel no puede ser prestado a otra persona. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería."

El ángel que se le había asgnado a Cloe no fue quien de ayudarla con la maldición que le había tocado y su vida se apagó con el paso de los años. Cloe tenía una gran familia que la había apoyado y querido durante toda su vida, y entre ella contaba además al menos con tres buenas amigas y primas. El llamdor de ángeles se había perdido entre sus cosas, y cuando por deseo de sus padres y pareja se seleccionaron aquellas cosas que se querían quedar miembros de su familia, apareció entre sus complementos de bisutería. Pasó por varias manos que agitarón aquella bolita de plata pero ninguna apreció el peculiar sonido del llamador, les pareció incluso molesto el ruidito y lo dejaron encima de la mesa.

Fue entonces cuando aparecí en escena yo y entre tanto pendiente, tanta pulsera y el resto de cosas que había allí encima algo me hizo fijarme en aquella bolita plateada, una especie de destello me llamó la atención así que cogí aquella pequeña bolita entre mis dedos y me dejé seducir por aquel maravilloso sonido. Era armonioso y sonaba alegre, me gustó tanto la sensación que me transmitió que enseguida me colgué el cascabel al cuello. Hasta ese momento no sabía que era un llamador de ángeles pero si me mentalicé de pensar en positivo cada vez que hiciera sonar mi nuevo complemento.

Un día después de mi adquisición una amiga me dijo que lo que llevaba al cuello era un llamador, no un cascabel y me contó sin tanto detalle la leyenda sobre los llamadores de ángeles. Entonces supe que Cloe se había convertido en mi ángel pues solo ella sabía de la existencia de este elemento entre sus cosas, y solo ella pudo hacerme un guiño del destino para que fuera yo, y no otra de mis primas, quien se fijara en dicho elemento. Ahora pienso en Cloe sin entristecerme y me acuerdo de ella sonriente y llena de vitalidad, siempre positiva y luchadora y cuando lo hago se me dibuja una sonrisa en la cara porque ahora sé, y el llamador me lo recuerda, que Cloe siempre estará conmigo.

25 julio, 2011

Erros e tánatos

Que tonterías máis grandes se din e se fan nun tanatorio cando o defunto non che toca na casa, teño varias anécdoctas ao respecto pero contarei so as da última visita. Dinse moitas cousas alí, pois son moitas horas de estancia, a frase estrella que se leva a palma é esa que di "é lei de vida". E digo eu, como carallo pode ser lei de vida que unha nai enterre á súa filla se é totalmente antinatural? Está claro que a xente non pensa demasiado cando fala, de aí que me de por creer que son "gilipollas".
Hai outros detalles que me dan moita rabia, como por exemplo ter que chamar a atención a xente que non se sabe comportar nun velatorio, e refírome en concreto a un detalle que parecía surrealista total, vos poño en situación:
A caixa coa difunta a velar no expositor do tanatorio, a familia a carón do cristal en silencio ou susurrando palabras de ánimo e reconfortantes, algunha xente paseandose polo tanatorio para dar o pésame a todo o mundo (cheguei a ver xente sin relación directa coa finada que foi consolada por algún desmemoriado do lugar). Certa xente sen relación directa coa persoa que se estaba a velar ocupando as sillas máis cercanas ao expositor desprazando así a tí@s e prim@s e provándoos dun asento cercano ás persoas que peor o estaban a pasar, os pais. Ata aquí nada fora do habitual, un costume fortemente arraigado nun pobo pequeno como o meu (a xente debe pensar que aquilo era un espectáculo e que hai que ocupar o sitio máis cercano ó escenario sen ter en consideración á familia afectada polo suceso).
Por se fose pouco a xente deste calibre, máis en concreto dúas persoas que pasaron a formar parte da miña lista de indeseables, se puxo de cháchara a falar de hospitales e enfermidades varias como se de un concurso de televisión se tratara. "Pasen e vexan quen é a que máis veces pasou por médicos e quirófanos... Temos unha operación de muñeca, outra de rodilla, unha dun cuñado, dun fillo, dun sobriño... Quen gañará este concurso gilipollas?" (ler estas liñas entrecomilladas con moita ironía). Eu quedei atónita vendo aquelo, buscaba miradas de aprobación da miña prima e tía (que se atopaban máis preto de min) para poder chamarlles a atención, de boas a primeiras miña prima "Zoina" me dixo que me relaxara sen deixar de poñer caras a ver se as mulleres estas se daban por enteradas de que estaban importunando. Pero alleas ás nosas reaccións (malas caras, suspiros, bufidos e comentarios sutiles) seguiron narrando con todo detalles operacións nas que se "necrosara" (esa foi a palabra que nos fixo estoupar) non sei que cousa...
Eu quedei tonta coa estupidez supina desta xente e nin corta nin preguiceira lles chamei a atención coa maior educación que puiden reunir naquel delicado momento. "Perdonen ustedes... " lles dixen "non se dan conta de donde están? Nas últimas semanas xa tivemos bastante dose de hospitais e médicos como para que se poñan a falar do tema, así que fagan o favor e teñan un pouco de respeito... por favor". A miña cara de furia e a miña entonación deixounas sen palabras e disculpáronse ao momento. Posteriormente comentoume Zoina, que o "por favor" me quedara demasiado borde pero que fora moi correcta ao chamarlle a atención. As señoras enmudeceron e non volveron falar no tempo que estiveron alí. E digo eu, se non falan de desgrazas médicas non teñen tema de conversa?
O que digo eu é que a xente non ten vergoña, moitas veces vai ao tanatorio por non ir tomar un xeado, é moi desconsiderada, tosca e falta de tacto. A santo de que ven que unha persoa que non me saúda pola rúa me veña a dar o pésame cando morre un familiar? Paráronse a pensar o ridículo que fan cando van consolar a unha persoa que se atopa no tanatorio chorando sen saber se hai ou non relación coa difunta?
E outra cousa máis quería engadir, que ninguén me diga "canto o sinto" porque o primeiro que vou contestar, como boa galega, vai ser unha pregunta, "que sintes?". E non todo o mundo sabe contestar a iso... Esto o digo pola xente en xeral, pero para persoas en concreto (aquelas que realmente me aprecian e teñen relación comigo) quero aclarar que non se sintan agredidas polas miñas palabras, pois so lle podo demostrar o meu eterno agradecemento por estar aí nun momento tan duro. Gracias Tai, Eva, Marta, Pipas Girls, Gemma, Masé e compañía...

PD: Disculpade se últimamente estou algo máis borde do habitual ou se digo cousas toscas que vos poidan facer sentir mal, pero últimamente non mido as palabras e me salen a borbotóns. No me teñades en conta estos días de tristeza e frialdade e perdoade se unha bágoa se asoma aos meus ollos e marcho a correr sen maior explicación. Estou mal, pero conseguirei recuperarme, é algo que me ensinou alguén moi especial "sempre hai que loitar para superarse, sempre adiante".

22 julio, 2011

Carta a mi prima Bego

Querida Cañanca:
Este fue el mote que te puse siendo a penas una niña y tú me correspondiste bautizándome como Lupi (he aquí la explicación de mi apreciado apodo que convertí en nombre artístico). Hoy tengo... más bien tenemos, que despedirte. Es duro asumir tu marcha y que ya no estarás de cuerpo presente entre nosotros, pero más duro habrá sido para ti tener que asumir la derrota en la que ha sido y siempre será la batalla de tu vida.
Más de doce largos años han pasado ya desde que comenzó este suplicio, pero siempre contra todo pronóstico pudiste vencer los escollos de esta guerra, tu encarnizada batalla de la que sabías de antemano el final. Aún así te apañaste para reunir fuerzas para ir ganando asalto a asalto las primeras, pero no por ello menos importantes, batallas contra el cáncer. Chapó, amiga mía, nos diste una lección de entereza, fuerza y vitalidad y nos enseñaste a querer seguir siempre adelante.
La mala suerte, el destino o lo que quiera que maneje estos asuntos quiso que tras la primera gran batalla, la enfermedad reapareciese. De nuevo tuviste la entereza de aguantar y resistir las duras escaramuzas que supuso esta enfermedad. A final te agotó por completo, tanto física como anímicamente y ocurrió lo que tenía que ocurrir y hoy te despedimos tristes y orgullosos, pero la tristeza no es mala señal así que estés donde estés no te preocupes que es normal.
De un año a esta parte, doce años después de haber sido operada y haber comenzado una cuenta atrás que no sabíamos cuánto duraría, las fuerzas comenzaron a mermarse y aún con todas aguantaste estoicamente hasta ayer. Gastaste tus fuerzas en pasear y estar con la gente que te quería y te admiraba, el martes me sorpendí con tu paseo en mi compañía pues no entendía como podías caminar ese largo trecho cuando al bajarte de la cama temblaban tus piernas como una vara verde. De nuevo sólo pude exclamar ¡chapó!
Casi media vida viviendo contra pronóstico, siempre luchando e intentando no mostrar (supongo que por no precupar a tus seres más allegados) los momentos de flaqueza, porque sabemos bien que los has tenido y que respetamos tu decisión de no querer compartirlo con nosotros, y es que nunca has dejado de ser humana y esas cosas se notan.
Bego, tu siempre has sido y serás alguien muy importante para mí y como ya he dicho, aunque no estés aquí físicamente nada ni nadie podrá borrarte de mi mente, ni ocupará ese sitio que tienes en mi corazón y en el alma, pues siempre has calado hasta el alma.
Ayer murió contigo un trocito de alma, pero como tú me has enseñado, resurgirá de nuevo de sus cenizas cual Ave Fénix.... igual que tú has hecho durante toda tu vida, pues si hay algún animal que te identifique ese sería el que renace una y vez de sus cenizas.
Hoy te escribo esta carta de despedida, no a modo de adiós sino de hasta pronto pues tengo muchos motivos para encontrarte de nuevo entre mis recuerdos, para pensar en ti y mandarte de muchas formas diferentes mensajes allá donde quiera que estés.

Hasta pronto, Ave Fénix, nos vemos en los buenos momentos.

11 julio, 2011

Un rayo de sol entre las nubes

Estimadas/os lectoras/es:

Os anuncio antes de nada que hoy tengo el modo "Trapo" activado, por lo que el nivel literario de este artículo será pésimo o incluso nulo pero quien avisa no es traidora, es avisadora. Pues bien no quería dejar de escribir, aunque fuera sin inspiración, y comentaros las novedades y descubrimientos de este fin de semana... Este fin de semana he acudido en compañía inmejorable a uno de los mejores conciertos a los que he asistido, para mí un grande y para muchos de vosotr@s un desconocido... Toni Zenet, un cantante malagueño que no deja a quien lo oye indiferente.

Había una persona de entre el público que se dedicó a grabar casi todo el concierto y con buenas maneras Toni pidió que por favor no grabasen el concierto, que él vivía de sus actuaciones. Y cuando yo me dispuse a grabar entera la canción que más me gusta de su repertorio, o una de las que más me gustan, cantaba me hizo un guiño pidiéndome que cortara la grabación, así que roja como un tomate la corté al minuto de haber empezado, después siguió cantando y me miraba mientras lo hacía. Yo entre vergúenza y admiración seguía la canción con mucho interés. Que un artista que te guste te cante una dee tus canciones favoritas mirándote, sin lugar a dudas, ¡no tiene precio! Casi me derrito escuchando la letra y viendo la puesta en escena de ese gran fenómeno que estaba sobre el escenario.

Si no cuelgo ningún vídeo del momento es por respeto, pues ese momento quedará entre él, yo y tod@s l@s asistentes al evento. Pero aquí os dejo la canción:



De este fin de semana he aprendido que en ocasiones la falta de previsión en los planes puede salir estupendamente y he descubierto que aunque las nubes vuelvan a pulular por el cielo de mi cabeza hay un sol, muy poderoso, que arroja rayitos en forma de palabras, de sonrisas y de miradas que me hace recordar que siempre, siempre, hay un motivo para no perder la sonrisa. Gracias por ser mi sol y por acompañarme a un concierto en le que hubiera comido a besos mientras Toni cantaba otra de mis canciones favoritas "Un beso de esos"...

Por lo demás queridísim@s lectores, todo va según lo previsto, el sol sale cada mañana y se pone cada tarde en el horizonte, los minutos vuelan y algunas sonrisas iluminan más que cualquier generador eléctrico. No dejéis nunca de sonreír pues a veces vale más una triste sonrisa que la tristeza que provoca el no volver a sonreír. Hasta pronto amig@s.

08 julio, 2011

El universo sobre mi

Porque todo el mundo quiere sentir el universo sobre sí. A modo de recordatorio para mí y sobre todo para alguien a quien quiero y aprecio mucho que lo está pasando especialmente mal en los últimos tiempos. Si sigues sin tirar la toalla quiero hacerte saber que puedes contar conmigo como ya te lo he demostrado en ocasiones anteriores. Mucho ánimo, que te hará falta en este nuevo capítulo de lo que nos quede por vivir.

05 julio, 2011

Soñaba despierta, vivía soñando

Si ella preferí­a vivir en sus sueños y seguir siendo una chica introvertida, estaba en su derecho, ya que malograr su vida es para todo ser humano un derecho inalienable... Nadie debía hacerla cambiar de parecer porque su voluntad era esa y semejaba ser mejor que el cruel mundo donde le había tocado vivir.
Prefería vivir así en lugar de asustarse al abrir un diario, escuchar o ver una noticia, por las atrocidades que aquellos medios de comunicación recogían: agresiones sexuales, violencia machista, robos, corrupción... Le horrorizaba pensar por un momento que el ser humano no fuese bueno por naturaleza, por eso había creado un mundo de ensueño en el que nada resultaba desagradable.
El amor no era como muchos lo habían pintado, como algo desgarrador y cruel que deja desolación en el corazón tra su paso. Prefería quedarse con lo bueno del enamoramiento, las sensaciones positivas que deja en el cuerpo, la sonrisa perpetua dibujada en la cara, la chispa de la vida asomada en las pupilas... el amor era una añoranza, un deseo de prosperar y compartir con alguien ese mundo de ensueño que había creado. Y se quedaba con eso sin pensar en que una historia que comienza pueda tener un final. Por eso callaba más que hablaba y sonreía siempre que se sumergía en su mundo.
Pretendía dar pinceladas de color a su alrededor, buenas intenciones, buenas palabras y muchos buenos deseos y esperanzas para la gente que la rodeaba. A veces conseguía arracarles una sonrisa sincera y eso le bastaba para continuar soñando despierta, para continuar viviendo feliz.
Un día conoció el amor verdadero y se sentía más viva en cada caricia, en cada beso, en cada momento. Y esta historia que comenzara una tarde lluvia no tenía final, cada día que pasaba engrosaba la crónica de un amor que crecía y alimentaba su espíritu y así fue como pudo pasarse la vida soñando despierta y viviendo un sueño, el suyo.