El blog de la zoocióloga que quería ser escritora
31 julio, 2011
El día a día
26 julio, 2011
El llamador de ángeles
El destino o la suerte quisieron que Cloe fuera víctima de una maldición que acabaría con su vida, pero alguien que la apreciaba le regaló un llamador de ángeles. Aparentemente era un cascabel de plata labrado y que hacía un sonido muy peculiar que solo a ella le parecía armonioso, a la demás gente le resultaba un "tilín-tilín" soso e indiferente. Navegando en internet se puede leer la leyenda que habla sobre los llamadores de ángeles que dice así:
“Hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda, y que, por alguna razón, seguramente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con ellos. Los Ángeles, apenados por la pérdida de la compañía de los humanos, , obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata pura que, al agitarlos, sonaban como campanillas.
Estas esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les explicaron que, aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo necesitaban agitar la esfera, ya que, cuando escuchara su sonido, el Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía.
Los Ángeles pusieron una condición: el colgante sería de uso exclusivo y personal, pues todos tenían un sonido propio y reconocible por cada Ángel Guía, y este ángel no puede ser prestado a otra persona. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería."
El ángel que se le había asgnado a Cloe no fue quien de ayudarla con la maldición que le había tocado y su vida se apagó con el paso de los años. Cloe tenía una gran familia que la había apoyado y querido durante toda su vida, y entre ella contaba además al menos con tres buenas amigas y primas. El llamdor de ángeles se había perdido entre sus cosas, y cuando por deseo de sus padres y pareja se seleccionaron aquellas cosas que se querían quedar miembros de su familia, apareció entre sus complementos de bisutería. Pasó por varias manos que agitarón aquella bolita de plata pero ninguna apreció el peculiar sonido del llamador, les pareció incluso molesto el ruidito y lo dejaron encima de la mesa.
Fue entonces cuando aparecí en escena yo y entre tanto pendiente, tanta pulsera y el resto de cosas que había allí encima algo me hizo fijarme en aquella bolita plateada, una especie de destello me llamó la atención así que cogí aquella pequeña bolita entre mis dedos y me dejé seducir por aquel maravilloso sonido. Era armonioso y sonaba alegre, me gustó tanto la sensación que me transmitió que enseguida me colgué el cascabel al cuello. Hasta ese momento no sabía que era un llamador de ángeles pero si me mentalicé de pensar en positivo cada vez que hiciera sonar mi nuevo complemento.
Un día después de mi adquisición una amiga me dijo que lo que llevaba al cuello era un llamador, no un cascabel y me contó sin tanto detalle la leyenda sobre los llamadores de ángeles. Entonces supe que Cloe se había convertido en mi ángel pues solo ella sabía de la existencia de este elemento entre sus cosas, y solo ella pudo hacerme un guiño del destino para que fuera yo, y no otra de mis primas, quien se fijara en dicho elemento. Ahora pienso en Cloe sin entristecerme y me acuerdo de ella sonriente y llena de vitalidad, siempre positiva y luchadora y cuando lo hago se me dibuja una sonrisa en la cara porque ahora sé, y el llamador me lo recuerda, que Cloe siempre estará conmigo.
25 julio, 2011
Erros e tánatos
Hai outros detalles que me dan moita rabia, como por exemplo ter que chamar a atención a xente que non se sabe comportar nun velatorio, e refírome en concreto a un detalle que parecía surrealista total, vos poño en situación:
A caixa coa difunta a velar no expositor do tanatorio, a familia a carón do cristal en silencio ou susurrando palabras de ánimo e reconfortantes, algunha xente paseandose polo tanatorio para dar o pésame a todo o mundo (cheguei a ver xente sin relación directa coa finada que foi consolada por algún desmemoriado do lugar). Certa xente sen relación directa coa persoa que se estaba a velar ocupando as sillas máis cercanas ao expositor desprazando así a tí@s e prim@s e provándoos dun asento cercano ás persoas que peor o estaban a pasar, os pais. Ata aquí nada fora do habitual, un costume fortemente arraigado nun pobo pequeno como o meu (a xente debe pensar que aquilo era un espectáculo e que hai que ocupar o sitio máis cercano ó escenario sen ter en consideración á familia afectada polo suceso).
Por se fose pouco a xente deste calibre, máis en concreto dúas persoas que pasaron a formar parte da miña lista de indeseables, se puxo de cháchara a falar de hospitales e enfermidades varias como se de un concurso de televisión se tratara. "Pasen e vexan quen é a que máis veces pasou por médicos e quirófanos... Temos unha operación de muñeca, outra de rodilla, unha dun cuñado, dun fillo, dun sobriño... Quen gañará este concurso gilipollas?" (ler estas liñas entrecomilladas con moita ironía). Eu quedei atónita vendo aquelo, buscaba miradas de aprobación da miña prima e tía (que se atopaban máis preto de min) para poder chamarlles a atención, de boas a primeiras miña prima "Zoina" me dixo que me relaxara sen deixar de poñer caras a ver se as mulleres estas se daban por enteradas de que estaban importunando. Pero alleas ás nosas reaccións (malas caras, suspiros, bufidos e comentarios sutiles) seguiron narrando con todo detalles operacións nas que se "necrosara" (esa foi a palabra que nos fixo estoupar) non sei que cousa...
Eu quedei tonta coa estupidez supina desta xente e nin corta nin preguiceira lles chamei a atención coa maior educación que puiden reunir naquel delicado momento. "Perdonen ustedes... " lles dixen "non se dan conta de donde están? Nas últimas semanas xa tivemos bastante dose de hospitais e médicos como para que se poñan a falar do tema, así que fagan o favor e teñan un pouco de respeito... por favor". A miña cara de furia e a miña entonación deixounas sen palabras e disculpáronse ao momento. Posteriormente comentoume Zoina, que o "por favor" me quedara demasiado borde pero que fora moi correcta ao chamarlle a atención. As señoras enmudeceron e non volveron falar no tempo que estiveron alí. E digo eu, se non falan de desgrazas médicas non teñen tema de conversa?
O que digo eu é que a xente non ten vergoña, moitas veces vai ao tanatorio por non ir tomar un xeado, é moi desconsiderada, tosca e falta de tacto. A santo de que ven que unha persoa que non me saúda pola rúa me veña a dar o pésame cando morre un familiar? Paráronse a pensar o ridículo que fan cando van consolar a unha persoa que se atopa no tanatorio chorando sen saber se hai ou non relación coa difunta?
E outra cousa máis quería engadir, que ninguén me diga "canto o sinto" porque o primeiro que vou contestar, como boa galega, vai ser unha pregunta, "que sintes?". E non todo o mundo sabe contestar a iso... Esto o digo pola xente en xeral, pero para persoas en concreto (aquelas que realmente me aprecian e teñen relación comigo) quero aclarar que non se sintan agredidas polas miñas palabras, pois so lle podo demostrar o meu eterno agradecemento por estar aí nun momento tan duro. Gracias Tai, Eva, Marta, Pipas Girls, Gemma, Masé e compañía...
PD: Disculpade se últimamente estou algo máis borde do habitual ou se digo cousas toscas que vos poidan facer sentir mal, pero últimamente non mido as palabras e me salen a borbotóns. No me teñades en conta estos días de tristeza e frialdade e perdoade se unha bágoa se asoma aos meus ollos e marcho a correr sen maior explicación. Estou mal, pero conseguirei recuperarme, é algo que me ensinou alguén moi especial "sempre hai que loitar para superarse, sempre adiante".
22 julio, 2011
Carta a mi prima Bego
11 julio, 2011
Un rayo de sol entre las nubes
Os anuncio antes de nada que hoy tengo el modo "Trapo" activado, por lo que el nivel literario de este artículo será pésimo o incluso nulo pero quien avisa no es traidora, es avisadora. Pues bien no quería dejar de escribir, aunque fuera sin inspiración, y comentaros las novedades y descubrimientos de este fin de semana... Este fin de semana he acudido en compañía inmejorable a uno de los mejores conciertos a los que he asistido, para mí un grande y para muchos de vosotr@s un desconocido... Toni Zenet, un cantante malagueño que no deja a quien lo oye indiferente.
Había una persona de entre el público que se dedicó a grabar casi todo el concierto y con buenas maneras Toni pidió que por favor no grabasen el concierto, que él vivía de sus actuaciones. Y cuando yo me dispuse a grabar entera la canción que más me gusta de su repertorio, o una de las que más me gustan, cantaba me hizo un guiño pidiéndome que cortara la grabación, así que roja como un tomate la corté al minuto de haber empezado, después siguió cantando y me miraba mientras lo hacía. Yo entre vergúenza y admiración seguía la canción con mucho interés. Que un artista que te guste te cante una dee tus canciones favoritas mirándote, sin lugar a dudas, ¡no tiene precio! Casi me derrito escuchando la letra y viendo la puesta en escena de ese gran fenómeno que estaba sobre el escenario.
Si no cuelgo ningún vídeo del momento es por respeto, pues ese momento quedará entre él, yo y tod@s l@s asistentes al evento. Pero aquí os dejo la canción:
Por lo demás queridísim@s lectores, todo va según lo previsto, el sol sale cada mañana y se pone cada tarde en el horizonte, los minutos vuelan y algunas sonrisas iluminan más que cualquier generador eléctrico. No dejéis nunca de sonreír pues a veces vale más una triste sonrisa que la tristeza que provoca el no volver a sonreír. Hasta pronto amig@s.
08 julio, 2011
El universo sobre mi
05 julio, 2011
Soñaba despierta, vivía soñando
Prefería vivir así en lugar de asustarse al abrir un diario, escuchar o ver una noticia, por las atrocidades que aquellos medios de comunicación recogían: agresiones sexuales, violencia machista, robos, corrupción... Le horrorizaba pensar por un momento que el ser humano no fuese bueno por naturaleza, por eso había creado un mundo de ensueño en el que nada resultaba desagradable.
El amor no era como muchos lo habían pintado, como algo desgarrador y cruel que deja desolación en el corazón tra su paso. Prefería quedarse con lo bueno del enamoramiento, las sensaciones positivas que deja en el cuerpo, la sonrisa perpetua dibujada en la cara, la chispa de la vida asomada en las pupilas... el amor era una añoranza, un deseo de prosperar y compartir con alguien ese mundo de ensueño que había creado. Y se quedaba con eso sin pensar en que una historia que comienza pueda tener un final. Por eso callaba más que hablaba y sonreía siempre que se sumergía en su mundo.
Pretendía dar pinceladas de color a su alrededor, buenas intenciones, buenas palabras y muchos buenos deseos y esperanzas para la gente que la rodeaba. A veces conseguía arracarles una sonrisa sincera y eso le bastaba para continuar soñando despierta, para continuar viviendo feliz.
Un día conoció el amor verdadero y se sentía más viva en cada caricia, en cada beso, en cada momento. Y esta historia que comenzara una tarde lluvia no tenía final, cada día que pasaba engrosaba la crónica de un amor que crecía y alimentaba su espíritu y así fue como pudo pasarse la vida soñando despierta y viviendo un sueño, el suyo.