Hay infinidade de combinaciones por hacer para descubrir a qué dos palabras me refiero. Las palabras en cuestión son sinceras y directas, lo dicen todo en dos segundos. Si al pronunciarlas titubeas mi mundo tiembla y de repente el suelo desaparace, como en una película de dibujos miro hacia abajo pero aún no caigo. Como el Coyote con sus agujeros de marca ACME en los que nunca da caido el Correcaminos, pero si el los pisa se queda un segundo suspendido en el aire hasta que empieza a descender nada más mirar hacia abajo.
No sé si me explico pero eso es lo que me ha pasado hace tan solo un par de días, por un sólo instante miré hacia abajo porque el suelo había desaparecido. No tuve la mala suerte de mi amigo el Coyote y alguien me echó una mano, impidiendo así que me esnafrase. Con esas dos palabras que han cambiado el mundo desde la vez en que las sentí. No estoy en mi más pletórico momento pero sé que esta vez no caeré tan fácilmente. Voy a tener fuerzas para no caer yo ni dejar caer a mis seres queridos y si las fuerzas me fallan recargaré energías con sólo dos palabras...