El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

26 julio, 2011

El llamador de ángeles

Había una vez una familia normal que vivía tranquilamente en una villa marinera de la costa gallega. Esta familia estaba formada por seres de lo más normal y humano pero entre sus filas había alguna persona fuera de lo común y la que más sobresalía entre toda esa maravillosidad humana era Cloe, una mujer hecha y derecha, con una cantidad de cualidades que no cabrían en este cuento pero para que os podáis hacer una idea la resumiremos en dos: luchadora y vital.

El destino o la suerte quisieron que Cloe fuera víctima de una maldición que acabaría con su vida, pero alguien que la apreciaba le regaló un llamador de ángeles. Aparentemente era un cascabel de plata labrado y que hacía un sonido muy peculiar que solo a ella le parecía armonioso, a la demás gente le resultaba un "tilín-tilín" soso e indiferente. Navegando en internet se puede leer la leyenda que habla sobre los llamadores de ángeles que dice así:

“Hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda, y que, por alguna razón, seguramente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con ellos. Los Ángeles, apenados por la pérdida de la compañía de los humanos, , obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata pura que, al agitarlos, sonaban como campanillas.

Estas esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les explicaron que, aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo necesitaban agitar la esfera, ya que, cuando escuchara su sonido, el Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía.

Los Ángeles pusieron una condición: el colgante sería de uso exclusivo y personal, pues todos tenían un sonido propio y reconocible por cada Ángel Guía, y este ángel no puede ser prestado a otra persona. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería."

El ángel que se le había asgnado a Cloe no fue quien de ayudarla con la maldición que le había tocado y su vida se apagó con el paso de los años. Cloe tenía una gran familia que la había apoyado y querido durante toda su vida, y entre ella contaba además al menos con tres buenas amigas y primas. El llamdor de ángeles se había perdido entre sus cosas, y cuando por deseo de sus padres y pareja se seleccionaron aquellas cosas que se querían quedar miembros de su familia, apareció entre sus complementos de bisutería. Pasó por varias manos que agitarón aquella bolita de plata pero ninguna apreció el peculiar sonido del llamador, les pareció incluso molesto el ruidito y lo dejaron encima de la mesa.

Fue entonces cuando aparecí en escena yo y entre tanto pendiente, tanta pulsera y el resto de cosas que había allí encima algo me hizo fijarme en aquella bolita plateada, una especie de destello me llamó la atención así que cogí aquella pequeña bolita entre mis dedos y me dejé seducir por aquel maravilloso sonido. Era armonioso y sonaba alegre, me gustó tanto la sensación que me transmitió que enseguida me colgué el cascabel al cuello. Hasta ese momento no sabía que era un llamador de ángeles pero si me mentalicé de pensar en positivo cada vez que hiciera sonar mi nuevo complemento.

Un día después de mi adquisición una amiga me dijo que lo que llevaba al cuello era un llamador, no un cascabel y me contó sin tanto detalle la leyenda sobre los llamadores de ángeles. Entonces supe que Cloe se había convertido en mi ángel pues solo ella sabía de la existencia de este elemento entre sus cosas, y solo ella pudo hacerme un guiño del destino para que fuera yo, y no otra de mis primas, quien se fijara en dicho elemento. Ahora pienso en Cloe sin entristecerme y me acuerdo de ella sonriente y llena de vitalidad, siempre positiva y luchadora y cuando lo hago se me dibuja una sonrisa en la cara porque ahora sé, y el llamador me lo recuerda, que Cloe siempre estará conmigo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese es el recuerdo que Cloe quiere que tengas! Y ella habrá hecho por que tú y sólo tú tengas su llamador de angeles. Larry

Meriwave dijo...

Qué bonito, Lupi...

Taiara dijo...

A vida ten formas moi curiosas de facernos chegar as mensaxes que son importantes, pero se estamos atentos chegan. Entre elas está que ti dispoñas dun chamador de anxos.

Un artigo moi fermoso. Bicos.