El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

07 marzo, 2012

Hastío

Hastío, tedio, aburrimiento... son las primeras palabras que me vienen a la mente al hablar del panorama laboral y social en el que me ha tocado vivir. Pienso en el panorama político y la primera palabra que viene a la cabeza es asco. Me da asco la desfachatez con la que se mueve alguna gente de las altas esferas, saber que la gente de a pie se lo permite y luego salen impunes de sus malas gestiones. Y pienso yo... Si un médico comete una negligencia y mata a un paciente es lógico que tenga que pagar por las consecuencias. ¿No sería extensible esto a todas las profesiones?
Pues parece que no. Un "politicucho" -por llamarle de alguna manera sin necesidad de caer en ordinarieces- del tres al cuarto que decide gestionar un país ahogando a sus gentes: haciendo lo que le viene en gana; haciendo que el umbral de pobreza varíe hasta el punto en el que muchos de los que tradicionalmente se consideraba clase media pase a formar de esas personas, que por necesidad son, asiduas a comedores sociales; destruyendo puestos de trabajo y fomentando el despido libre; cobrando por lo bajini dinero que no declara por hacer favores a amigos... matando, en resumen, el estado de bien estar - que afecta, no a una ni a dos personas, sino a toda la sociedad en su conjunto-. A ese -del que de sus decisiones dependen millones de personas- le permititimos que se vaya de rositas y aún encima le ponemos sueldos vitalicios que pueden compatibilizar con otros puestos de trabajos millonarios que les enriquece más y que, además, eluden impuestos hasta el último céntimo. No sé...
No lo veo claro, ni lógico. Es más, no le encuentro pies ni cabeza y me enfada, me enerva y me hace sentir hastío con este panorama. Me pregunto qué hará falta para que el pueblo se moleste y salga a la calle a protestar, pero de verdad, no que lo haga un día puntual con una pancartita patrocinada por los sindicatos de turno - ¡otros chupatitas! -. Cuanto más pienso, menos sentido le encuentro. Eso sí, creo firmemente en la idea de que esto va a cambiar de forma radical, que el sistema se va a romper de un momento a otro porque nos están ahogando los de arriba - ellos son pocos y la gente normal somos mucha-.
En lugar de ir hacia el progreso vamos para atrás, en dirección a la precariedad, las desigualdades sociales... Supongo que esta aparente indiferencia está eclipsada por las nuevas tecnologías y los medios de comunicación. La gente está muy descontenta pero no renuncia a ese consumismo tecnológico con el que nos bombardean día y noche.
¡Necesitas un nuevo teléfono móvil! ¡Necesitas un nuevo coche! ¡Necesitas un nuevo pantalón, una nueva camisa, unas gafas y mil millones de complementos! Pues yo les digo: ¡NO! Soy partidara del "con-su-mismo": "Con su mismo" móvil, "con su mismo" coche, "con su misma" ropa... No necesito que nadie venga a generarme una necesidad que no tengo, cuando se me rompan las cosas ya me buscaré la vida y me haré con lo que pueda necesitar. Estoy harta de las llamadas de mi compañía de móviles: "Le regalamos uns Smartphone" (un teléfono listo si lo traducimos del inglés) y yo les respondo: "a mí me gusta mi teléfono tonto y mientras funcione seguiré con el"... Y se me da por imaginar sus caras, mirándome como si de una extraterrestre me tratara... ¡Me aburren soberanamente!
Por suerte cuento con elementos en mi vida que hacen que la vida sea medianamente decente, tengo buena salud, tengo buen humor, tengo algunas personas que me quieren y me soportan aún cuando me pongo en plan agonías y tengo ganas de cambiar. Sé que no podré cambiar el mundo, pero no les brindaré mi indiferencia, escribiré y gritaré si hace falta que esta sociedad está avanzando (si es que se le puede llamar así) hacia algo que no acabo de ver claro. Siempre me quedará la opción de crear un micromundo donde solo tengan cabida lo bueno y es que ante todo este hastío que siento respecto a la sociedad creo firmemente que OTROS MUNDOS SON POSIBLES.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cando me cruce contigo, recórdame que non che fale de política, ok? jajaja...

Anónima.

LuPi LuKe dijo...

Prefiro falar de política que de moitas cousas das que fala a xente, do seu último móbil, do programa de TeleCaca... etc... ademáis se non me falas ti de política verei en xornais o panorama... non sei que será peor...

Ainda así sigo sonreíndo, pois é de balde!