El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

06 septiembre, 2011

De tecnologías y niños

Son tiempos duros para la lírica, pero también para las mentes humanas. Cada día que pasa no dejo de sorprenderme más con la manera de actuar de la gente en general, que nadie se de por aludido que no escribo estas líneas pensando en personas concretas. Esto es el resultado de la observación de mi entorno y la conclusión es llamativa.

La educación que le estamos dando a nuestros menores es individualista, fomentando así el egoísmo de un ser humano en potencia. Cogemos a los niños con pinzas; les esterilizamos todo, no vaya a ser que se lleven bacterias a la boca; los bañamos día sí, día también con jabones que nada tienen de natural; olvidamos su aroma pues sumergimos a nuestros bebés en colonia; olvidamos jugar con ellos pues es más cómodo dejarlos al cuidado educación de un canal de dibujos animados, que ni siquiera nos molestamos en ver para ver si el contenido es adecuado; dejamos la responsabilidad de educar y enseñar, sobre todo en los primeros años de sus vidas, a desconocidos, pues es más cómodo no renunciar a una vida cómoda, y nos perdemos sus primeras palabras, sus primeros pasos...

Una vez crecen pierden el respeto de sus progenitores ¿quienes son esos que vienen a casa después de las ocho a cenar? Normal que no nos identifiquen como una figura de respeto y admiración, han pasado más de media vida delante de la caja tonta y con gente ajena al núcleo unifamiliar. ¿Con qué derecho nos creemos entonces de mandarle hacer ciertas cosas si nos desacreditamos con nuestra manera de proceder? Espero que el día que sea madre sea consecuente con lo que digo y sepa educar bien a mis hijos o hijas, desde luego sé lo que NO tengo que hacer.

En otra orden de cosas hay otra cosa que me llama muchísimo la atención y es la manipulación que ejerce el consumismo sobre las mentes de personas que se creen libres. Esto afecta también a padres y madres que se vuelcan en comprar en cadena juguetes a los niños en lugar de fomentar su imaginación y creatividad... La escoba de mi madre dio mucho de sí, fue un caballo, una guitarra, un micrófono, una espada, el cayado de un sabio, una vara ninja, la espada de Dar Vader... Ahora le compramos el caballo, la guitarra, la espada, el micro... Pero no quiero ahondar en más detalles... Lo que afecta a la gente adulta es, sobre todo, aquellos aparatos relacionados con la tecnología: ordenadores, teléfonos, televisiones...

Ahora está muy de moda eso de las tablet o tabletas, para mí hasta no hace tanto esa palabra me recordaba a los chicles o al chocolate, pero hay unos aparatos planos que sirven para hacer de todo, navegar en internet, crear y editar documentos, leer libros, escuchar música e incluso, con algunos modelos, llamar por teléfono. Vamos, que no hacen la comida porque no se lo han propuesto. Los móviles ahora resulta que son inteligentes, en inglés smartphones que también tienen casi las mismas funciones que las tabletas pero a un tamaño más reducido y además ¡puedes realizar y recibir llamadas! Yo llevo con mi "patatófono", como le llaman algunos amigos o compañeros de trabajo, dos años y la batería le aguanta estupendamente, hace y recibe llamadas y tiene un montón de extras que también tiene los denominados smartphones pero como no es tan "bonito" (y lo pongo entre comillas porque a mí, personalmente, un teléfono plano sin teclado numérico no me parece ni bonito, ni funcional) pretenden que lo cambie.

Pues les diré una cosa, mientras el teléfono funcione bien no me voy a comprar otro, ni voy a renovar mi permanencia con la operadora de telefonía con la que tengo servicio porque ellos me obliguen. Me dicen que puedo elegir ¿pero qué coño elegir si me están obligando a cambiar el teléfono? El hecho de querer cambiar ya lo deciden ellos y no yo, pero se molestan en darme el lujo o la libertad de elegir el modelo (eso sí, condicionado a los puntos y un posible desembolso de dinero) ... ¡que no me vendan la moto que a mí me gusta andar!

Hay gente que dice que decide "voluntariamente" cambiar de móvil y elige uno de esos modelos inteligentes que tienen todo. Tienen hasta el poder de esclavizar las mentes con programas o Apps como aquella de la que ya hablé en su momento (para quien no sigue el blog asiduamente había criticado el Whatsapp a través de mi experiencia propia). Después te encuentras a gente disfrutando de la vida social tradicional, pongamos por ejemplo una terracita y con los móviles pegados a sus manos diciendo por el Twitter o el Facebook lo bien que se lo pasan en tal terraza, haciendo que la gente como yo parezca gilipollas... o más bien que se sienta así.

Si vas a quedar con un yonki del Tw o del Fb mejor que quedes de manera virtual si piensas como yo, la comunicación será más efectiva pues su atención se centrará en su preciado tesoro, el smartphone. ¡Cuánta falta de educación! ¿Qué pensarían de mi si me pongo, por ejemplo, a jugar a la consola mientras me hablan o a mirar la pared? "Pero tranquila, yo te escucho" te dicen cuando miran la pantalla de su teléfono, en una de estas me levantaré y me marcharé, quizás no se enteren de que he desaparecido de la terraza, mientras le hable por el ordenador o el teléfono todo va bien.

Y ahora me dirán que soy carca, anticuada o cualquier sinónimo que puedan buscar a través del diccionaro online que tengan como App. En fin, yo crecí en los ochenta y sé lo que es quedar con la gente sin necsidad de móvil, sé lo que es subirse a los árboles, gritar al viento con ira pero también conozco las tecnologías y algo tengo muy claro, eso no es libertad. Por desgracia, nuestros menores no sabrán la diferencia entre el trato personal y el virtual, tendrán un montón de amigos y seguidores en las redes sociales y pensarán que eso es tener vida social. Olvidamos el trato con la gente, los roces, los guiños, las risas y pensamos que todo se remite a :) y xD.

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