El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

05 julio, 2011

Soñaba despierta, vivía soñando

Si ella preferí­a vivir en sus sueños y seguir siendo una chica introvertida, estaba en su derecho, ya que malograr su vida es para todo ser humano un derecho inalienable... Nadie debía hacerla cambiar de parecer porque su voluntad era esa y semejaba ser mejor que el cruel mundo donde le había tocado vivir.
Prefería vivir así en lugar de asustarse al abrir un diario, escuchar o ver una noticia, por las atrocidades que aquellos medios de comunicación recogían: agresiones sexuales, violencia machista, robos, corrupción... Le horrorizaba pensar por un momento que el ser humano no fuese bueno por naturaleza, por eso había creado un mundo de ensueño en el que nada resultaba desagradable.
El amor no era como muchos lo habían pintado, como algo desgarrador y cruel que deja desolación en el corazón tra su paso. Prefería quedarse con lo bueno del enamoramiento, las sensaciones positivas que deja en el cuerpo, la sonrisa perpetua dibujada en la cara, la chispa de la vida asomada en las pupilas... el amor era una añoranza, un deseo de prosperar y compartir con alguien ese mundo de ensueño que había creado. Y se quedaba con eso sin pensar en que una historia que comienza pueda tener un final. Por eso callaba más que hablaba y sonreía siempre que se sumergía en su mundo.
Pretendía dar pinceladas de color a su alrededor, buenas intenciones, buenas palabras y muchos buenos deseos y esperanzas para la gente que la rodeaba. A veces conseguía arracarles una sonrisa sincera y eso le bastaba para continuar soñando despierta, para continuar viviendo feliz.
Un día conoció el amor verdadero y se sentía más viva en cada caricia, en cada beso, en cada momento. Y esta historia que comenzara una tarde lluvia no tenía final, cada día que pasaba engrosaba la crónica de un amor que crecía y alimentaba su espíritu y así fue como pudo pasarse la vida soñando despierta y viviendo un sueño, el suyo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.