El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

28 junio, 2011

Imaginaciones reales

"No tengo ganas de encontrarme con cualquiera" pensó de camino a su casa. Solo tenía ganas de encontrarse con aquellos maravillosos ojos que tanto anhelaba, juntar su labios a los suyos y cerrar la puerta tras de sí. Él caminó apurado hasta llegar a su calle y al doblar la esquina miró aquella farola verde de corte clásico en la que por primera vez le había arrebatado un beso a su amada, entonce sonrió y se apresuró más todavía. Cinco casas más adelante estaba la puerta que había cruzado muchas veces enardecido de pasión, subió los tres escalones de un salto y llamó al timbre.

No se había fijado que las flores que decoraban aquel pequeño patio estaban más bonitas que de costumbre y el verde de su ojos resplandecía cegando a los caracoles del jardín. Carraspeó para aclarase un poco la voz y se acomodó el flequillo, quería estar pefecto para cuando Sasha abriera la puerta. Se escuchó el sonido de unas llaves y su corazón se aceleró por momentos, la puerta se abrió lentamente y dejó al descubierto a una mujer bellísima. De ojos grandes y verdes, labios carnosos, pelo castaño por encima de los hombros, era de estatura mediana y de una palidez casi divina. Vestía un vestido blanco sencillo que le daba por encima de las rodillas, la muchacha venía descalza y sonriente, parecía una musa. Los ojos de Leonardo se iluminaron y en su boca se dibujó una sonrisa que iluminó el lugar.

- Estás preciosa, cariño - dijo con voz sensual, se acercó a su cara y la besó en la comisura de los labios.

Sasha le correspondió con un beso inocente, pero enseguida vislumbró aquel destello provocador que tanto le gustaba, enseguida lo besó de nuevo pero esta vez dejó que sus lenguas se tocaran en un beso intenso. Leonardo abrazó a su amor por la cintura y la atrajo hasta sí, la levanto y avanzó como pudo hacia el interior de la vivienda cerrando tras de sí la puerta, justo como había imaginado... No tenía ganas de encontrarse con cualquiera solo con ella y así fue.

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