El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

01 febrero, 2011

Los cultivos de mi padre, ahora en mi cabeza

Mi cabeza es como la finca que mi padre tiene en la aldea, en ella él entretiene su genio plantando verduras y hortalizas. En mi cabeza las semillas de esas verduras y hortalizas son las ideas de nuevos proyectos que se plantan y germinan hasta dar su fruto. Como en todo cultivo algunas de las semillas llegarán a dar su fruto final y otras se quedarán en el camino.
Ahora mismo estoy en esa fase en que la tierra está arada y toda semilla que caiga en la zona podrá germinar si las condiciones son óptimas. Desde luego el sustrato de la tierra está en su momento más idóneo para empezar a sementar pero tengo tantas ideas nuevas, tantas semillas que plantar que no sé por dónde empezar.
Ayer traté de pararme a escribir un artículo para no perder costumbre e intentar ser un poco más constante en esto de escribir, pero al final entre pitos y flautas no fui capaz de centrar mi atención en un solo tema. Hoy, después de ver una gran película que me ha emocionado mucho, he decidido no dejar pasar un día más sin poner un poco de orden en este semillero que tengo por cabeza.
Mi padre siempre ha comentado que para sembrar hace falta ordenar las semillas y dividir la parcela según los cultivos que se quieran obtener. No se pueden sembrar las lechugas con las cebollas, las zanahorias con los puerros... vamos lo que se conoce como no mezclar churras con meninas. Siempre he visto las parcelitas bien distinguidas y ordenadas, con lechugas a un lado, fresas a otro, cebollas, patatas, zanahorias, judías, guisantes... cada uno en su lugar. Al final, aunque no germinaran todas las semillas para dar resultados la inmensa mayoría de cada cultivo ofrecían algún tipo de recompensa. Algunas cebollas, algunas patatas, algunas judías... pero servían para comer e incluso ha llegado a tener excedentes en algún caso.
Por esta razón pienso en el paralelismo de mi padre y sus cultivos con mis ideas y pequeños proyectos. Él siempre ha sido un hombre sabio, a pesar de no tener más que estudios básicos, y tremendamente apañado y autodidacta, con deciros que la última peripecia que hizo fue meterse en internet él solito para buscar cómo hacer una incubadora y ha conseguido que funcione. Yo siempre he dicho eso de "yo de mayor quiero ser como mi padre" y en eso estoy, intentando discernir los diferentes tipos de semillas que tengo para poder plantarlas como se merecen y no debo esperar mucho pues la tierra arada si no se trabaja termina por ponerse dura y al final le acaban creciendo muchas malas hierbas.

1 comentario:

O SuSo dijo...

Que buen paralelismo, pues si, escoger semillas y plantar...
Ai, se pierde esa generación de sabios autodidactas (aunque ni conozcan esa palabra) y apañados, y nosotros, con tantos medios e información en la vida real no nos defendemos ni la mitad de bien que ellos hicieron a nuestra edad...
En algún sitio leí algo así como que la felicidad se consigue cuando la información que se recibe y los conocimientos que se tienen son suficientes para enfrentarse a los problemas que se plantean y solucionarlos...

Nosotros tenemos demasiada información y conocimiento como para solucionar TODOS los problemas que se nos plantean, así que, habrá que ordenar las semillas.
Beijinho.