El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

16 septiembre, 2009

11-S Un día para recordar

Día memorable el de ayer. La historia recordará siempre esa fecha por el terrible atentado terrorista de hace unos años. Yo, hasta la fecha de ayer (recordemos 11 de septiembre del año 2009), también recordaba ese día por el suceso pero ayer se ha sumado a mi recuerdo un momento idílico por el que recordaré siempre esta fecha.

Paz, tranquilidad y sosiego reinaban en el escenario de una playa, la oscuridad había tendido su manto de sombras sobre las afortunadas figuras que por la arena paseaban. De vez en cuando algún individuo distraído paseaba por las cercanías de dos cuerpos abrazados, ajenos a los paseantes y sus mascotas. Desde lejos no se distinguía las diferencias que hacían único a cada ser que por la playa paseaba. Desperdigados, uno aquí y otro allá, paseaban personajes anónimos por la arena en una cálida noche de septiembre.

Sentadas en la arena se intuían dos figuras que al poco de abrazarse se fundieron en una sola. El mar murmullaba en una voz tenue que ambientaba con paz el ambiente, la arena jugaba al escondite, colándose en el calzado de nuestras dos figuras para hacerle cosquillas entre los dedos de los pies. El silencio, a veces roto por el sonido de las pequeñas olas que venían a romper a la orilla, reinaba por doquier, salvo donde la figura que se divisaba a lo lejos compuesta por nuestros dos cuerpos protagonistas, el tuyo y el mío.

Guardo ese momento entre los más bonitos recuerdos de mi mente. Desde no hace tanto tiempo disfruto de las más pequeñas cosas como algo grandioso, una caricia distraída en el cine, un beso furtivo en los labios de la boca soñada, una mirada profunda, una sonrisa cómplice... Esos pequeños momentos hacen de la felicidad algo efímero pues el momento en sí es corto, pero su recuerdo dura siempre y sin esos buenos recuerdos, los malos momentos serían una tortura eterna.

Una cita de ensueño, un paseo bajo la luz de la luna en la mejor compañía posible, disfrutando cada segundo de esa presona. Una persona, que como yo, disfruta de esas pequeñas y sencillas cosas que endulzan la vida. Las estrellas ajenas a aquel momento brillaban en el cielo cual luciérnaga en el manto negro de la noche, en la arena dos cuerpos fundidos en uno por un abrazo profundo, impregnado de sentimientos. Y a pesar de la oscuridad cuando tu mirada se cruzaba con la mía no podía dejar de sentir, en aquel momento y lugar, que el mundo se detenía un instante y que ningún problema era lo suficientemente grande como para romper la magia de aquel instante.

Quizás me tachen de "cursi" pero no me avergüenzo de lo que siento ni escribo porque es de verdad. Sé que la eternidad no existe y que "para siempre" suena a condena pero hace unos días me he dado cuenta que existe una forma de congelar el tiempo y es escribiendo desde el corazón el instante deseado, por eso hasta el momento he congelado varios instantes en forma de palabras. Por eso el 11-S es ahora unos de mis momentos congelados, un momento que existirá de alguna forma "para siempre"... Y si el día de mañana me doy un golpe en la cabeza y me olvido de todo leeré estas líneas y me acordaré de tí y de mí abrazadas en la playa una cálida noche de septiembre, cuando el verano va tocando a su fin, entonces sabré que en este preciso momento (congelado en mi memoria) que "Te Quiero".

1 comentario:

LuPi LuKe dijo...

Hay que tener en cuenta que esto lo escribí el día 12-S... por eso empieza con eso de "ayer"...