"Quien merece tus lágrimas nunca te hará llorar"... pues me ha hecho llorar muchas veces así que ha de merecer algo más que una lágrima. Este post se lo dedico a aquell@s lectores/as que han sufrido sin tener por qué a manos de alguien sin alma.
Para poder odiar hay que recolectar todos esos detalles que se pierden en la mente que te han hecho daño en algún momento. Amontonarlas en un rincón de la cabeza y no olvidarse de la firma de su autor. Esto podría volver loco a una persona, pero es la única manera de tenerlo en cuenta para que no te hagan daño la próxima vez. A veces la mejor defensa es un buen ataque. ¡A la yugular! Los buenos momentos pasarán desapercibidos en estado de locura transitoria. Aprenderemos a odiar poco a poco.
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