El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

14 octubre, 2006

Nunca he sabido poner título a mis artículos...

El amor es un estado transitorio de cariño en su nacimiento, una enfermedad con claros síntomas que nos perjudican seriamente. Es maravilloso estar enamorado pero cuando el amor se evapor o se apaga lentamente lo único que queda es nostalgia. Nostalgia de aquellos felices momentos que alegraban la vida de un ser en pleno estallido hormonal, cuando todo resulta gracioso y todo es positivo. Hoy soy presa de un amor apagado por la tempestad, ahora solo me queda la nostalgia.
Me entristece pensar en lo que fue, los recuerdos bonitos hacen todavía demasiado daño y las cenizas están candentes. Duele verme removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de sí dejó. Sé que esta nostalgia, este vacío... será complementado con sentimientos nuevos que viviré con otra gente, mis amigos. Odio no poder odiar. Con lo fácil que sería odiar a esa persona a la que tantos post dediqué de mi antiguo blog y dejar que el tiemo borrase sus recuerdos, que me entristezco al pensar que debo ser la única tonta del universo (en este universo finito y de dos) por sentirme así.
Dicen que no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió. Lo que jamás sucedió y que tanto añoro es la desnudez de un alma frágil ante los ojos de quien la ama, sin máscaras ni escudos, sin porqués o porqué no, simplemente frente a frente comunicandonos en idioma universal, los gestos.
Ahora tengo una misión, olvidar.

No hay comentarios: