Hay cosas que no me entran en la cabeza. Hoy mi madre ha ido a la playa a mojarse los pies por eso de la circulación y se encontró con una sorpresa. En una bolsa de plástico situada a posta a la orilla de el mar se encontró tres gatitos de a penas un mes de vida. Como buena amante de los animales los recogió y se los trajo a casa, me llamó y me pidio que trajese un biberón para alimentar a los cachorritos. Dos de los gatos son blancos y uno negro, comienzan a abrir los ojos y están huérfanos. Los maullidos de desesperación por encontrar algo que les de calor me rompen el alma y yo les doy mimos y alimento con una geringilla.
No puedo pensar en qué tipo de criatura desalmada es capaz de abandonar a sus suerte en una bolsa a unos seres tan indefensos a espera de la peor muerte que me pueda imaginar, el ahogamiento (dicen que es la muerte dulce eso de morirse ahogado pero no quiero pensar lo impensable, ninguna muerte es dulce)... Me indigna tanto que alguien pueda hacer semejante cosa sin tener remordimientos de conciencia que si pillase a un tío o una tía haciendo tal atrozidad le partiría las piernas in situ.
Es cierto eso que dice mi hermano de que "la mitad de los seres humanos no debieran vivir" por cosas como esta o como lo que nos encontramos en los periódicos a diario: asesinatos, incendios provocados, malos tratos... Y yo que solía pensar que el ser humano era bueno por naturaleza estoy empezando a cambiar esa forma de vernos, somos los más animales de toda la naturaleza.
1 comentario:
" je rin gui lla "
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