El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

11 marzo, 2006

A mi abuela

Dos días a la espera de una confirmación, una confirmación que cabría no esperar en circunstancias normales. Lo esperado para este fin de semana era la celebración de un 90 cumpleaños del miembro más honorable de la familia, ahora no hay celebración que valga, la cumpleañera ha decidido no cumplir más y estancarse en este momento. Las horas pasan cual si fueran años, los minutos días y los segundos horas; el tiempo se convierte en eterno y la angustia nos ha inundado por completo a todos. Desolados y sin esperanzas todavía creemos en esa remota posibilidad de recuperación, pero el tiempo juega en nuestra contra y con cada movimiento de la aguja en el reloj nos arrebata un trocito de alma.
Ayer le he agarrado la mano, que era lo único que movía durante su sueño que de un momento a otro se convertirá en eterno, sin fuerzas me apretaba y yo le hablaba, la miraba con cariño y la extrañaba en su presencia. Cuando hacía el amago de soltar la mano ella hacía el esfuerzo de agarrarme pero yo notaba su falta de fuerzas, su cansancio tras noventa años de vida en compañía de sus hijos y nietos. Una angustia se me ha instalado en el pecho y por momentos no me deja respirar, te echo de menos y aún no te has ido de todo, abuela.
Ha salido de muchas y variadas malas jugadas de la vida, noventa años dan para mucho, pero sé que de esta no saldrá. Está en coma y tiene dañado la mitad del cerebro, lo único que quiero es que no sufra. Mi abuela, la Señora Lola, deja un gran legado, una buena familia que pese a los rifirafes estivales del pasado año se lleva de maravilla. No en vano cuenta con algo más de una veintena de nietos, otros tantos bisnietos (uno está de camino, mi sobrino que se llamará Noa y que no va a conocer en esta vida) y un par de tataranietos. Abu, sé que como buena lectora leerás esto para cuando estés allá, te quermos muchísimo y se nos va a hacer muy duro no contar contigo en un futuro, mantén tu alma limpia como siempre has hecho y cuando nos toque a cada uno de nosotros celebraremos tu cumpleaños por todo lo alto (esta vez no tendremos que esperar a un 29 de febrero de 1916 para volverte a ver), siempre estarás presente a pesar de tu ausencia.
Todavía sigo esperando esa llamada que nos comunique el punto y final y es lo más angustioso que puede haber en el mundo, esperar a la confirmación de que ya te has ido cuando todos sabemos que te nos vas. Te vas a donde tú quieres, a junto Angelito, tu hijo.

1 comentario:

Pequeña saltamontes dijo...

Sólo ánimo y mucha fuerza...