Anoche, mientras intentaba dormir una tormenta me sobresaltó el corazón. Comenzó con una brisa que dio paso al fuerte viento huracanado que atrajo las nubes hasta mí, las nubes se acumularon hasta descargar una tromba de agua que hacía tiempo no presenciaba, los rayos iluminaron el cielo gris oscuro y los truenos retumbaron en mis oídos.
El proyector de mi cabeza empezó a funcionar e imágenes se sucedieron sin cesar, recuerdos imborrables que han impregnado de nostalgia mi alma corrieron por mi quijotera. Entonces oí una voz que tranquilizó mi sobresaltado corazón, mi razón volvió por momentos a rozar la pista de aterrizaje de mi cabeza sin posarse demasiado. Cuando consiguió su objetivoy y mi corazón estaba ya algo más calmado la razón voló a las alturas donde suele pulular. Rozando las nubes, tocando el teño universal de todo ser humano, el cielo, siendo libre por siente jamás.
1 comentario:
Que retórica estamos...;)
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