El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

21 mayo, 2012

Cómo pasa el tiempo

Resulta extraño echar la vista atrás y ver lo increiblemente rápido que pasa el tiempo. Sin darme a penas cuenta hoy hace diez meses que Cloe se marchó y ayer ha hecho un mes desde que mi padre también se fue. ¿A dónde? No lo sé muy bien, lo que es seguro es que aquí ya no están, ¿o sí?
Ellos ya no están de forma física, no les podremos tocar, abrazar, besar, mirar a los ojos y contarle aventuras y desventuras de un mundo que cada día se me antoja más loco. Pero tanto mi padre como Cloe está aquí conmigo y lo estarán siempre (y lo digo señalando con mi mano derecha el pecho, a la altura del corazón). Estarán pues en vida se ganaron un lugar privilegiado donde habitar en el momento de su marcha y ¡vaya palco, señor@s, vaya palco! Tienen una grada de honor en el balconcito de mi corazón, con vistas a toda mi vida pues ellos me han conocido desde el momento en que nací y me fui formando como persona.
Cuánto tiempo hace ya desde los momentos más felices compartidos con ellos. Ahora solo les puedo abrazar en sueños y creedme cuando os digo que me reúno mucho con ellos en esos lugares. También les encuentro entre mis recuerdos, en los ojos de gente que me recuerda a ellos: en mi madre, en mi tía, en amigos de los que ya no están... Es duro, mucho, enferentarse día a día a su ausencia pero es el proceso natural que hemos de seguir quienes nos quedamos aquí. 
Hoy, quizás por el sueño inquietante que he tenido esta noche, les recuerdo más que ayer. Tengo la necesidad de expresarme y decirles que el dolor que me produce echarles de menos es algo transitorio y que por ahora me impide avanzar. Pero conseguiré superar su pérdida y les seguiré echado de menos con las heridas cicatrizadas, con una sonrisa en la boca como ellos merecen y con mi afán constante de querer superarme cada día de mi vida.
Hoy les digo: Papá, Cloe... estad tranquilos pues soy fuerte y tengo momentos de debilidad, os echaré de menos siempre y recobraré mi energía vital positiva que compartí con vosotr@s en vida. Es una necesidad superar el dolor y continuar con una vida plagada de cosas buenas dejando mis malos rollos a un lado, disfrutando como antes de los pequeños momentos positivos. Os querré y echaré de menos siempre. ¡Nos vemos en los sueños y en los buenos momentos!



1 comentario:

Anónimo dijo...

uff...... los pelos como escarpias.... otra vez la ramba