Durante toda mi vida he tenido altibajos, puede que hasta hace cosa de un año hayan sido más los bajos que los altos pero intento siempre quedarme con el lado bueno de las cosas. De todos esos momentos he aprendido muchas cosas, pero sin duda la conclusión más clara y concisa que saqué de mis vivencias malas es la frase del título.
Nunca, en 27 años de vida, he sabido pedir ayuda en los malos momentos y eso me ha hecho ser como soy pero hace algo más de un año me di cuenta de que el simple hecho de saber que tienes a gente dispuesta a darlo todo por aliviarte en tiempos tormentosos me hacía algo más llevadera la carga de la tristeza. Poco a poco tuve que aprender a dejarme ayudar y todavía sigo aprendiendo porque me cuesta mucho y la única ayuda a la que sí recurro sin dudar es a la escritura. Escribir me ayuda y me alivia, a veces lloro al escribir, otras me río a carcajadas pero me hace ver las cosas desde otra perspectiva. No quiero preocupar a nadie, en mi vida el tiempo está bastante calmado, con sus nubarrones de siempre pero por mucho que se encapote el cielo, el sol estará brillando detrás de las nubes grises.
Hay una persona muy importante en mi vida que se siente triste y yo no hago más que meter la pata presionándola para que comparta conmigo parte de su tristeza. Dicen que la tristeza se contagia pero yo sé que la sonrisa también lo hace y quiero poder contagiarla, aunque sólo sea un poco de energía positiva. Decían por ahí que "una sonrisa no cuesta nada pero produce mucho" y esta es una manera de declarar públicamente que voy a apoyarla en sus buenos momentos pero sobre todo en los malos, es el momento de tenderle una mano aunque al final no la sujete, de prestarle un hombro donde llorar si lo necesita, de oírla si me quiere decir algo, de regalarle mi mejor sonrisa, mi mejor abrazo...
Ahora viene a mi cabeza aquella canción de la serie de dibujos animados La vuelta al mundo en 80 días que dice eso de "si te encuentras en peligro, sílbame... sílbame y ya voy". Ese peligro no tendría ni que ser real, si la persona de la que hablo silbase atravesaría la tormenta del siglo para acudir a su vera y ella lo sabe. Esta es la alternativa que propongo ahora ella decidirá, y decida lo que decida yo seguiré aquí, atenta a lo que pueda necesitar de mi persona.
1 comentario:
Sea quien sea esa persona seguro que aprecia tu 'compañía'. Saludos
Publicar un comentario