Me paso el día canturreando por las esquinas, haciendo el tonto y sonriendo como si me estubieran contando chistes todo el rato. En ocasiones me siento eufórica y cuando he de sentirme triste pienso en positivo. ¿Qué me estará pasando? ¿Me habrá poseido el espiritu de la sesión de ouija del sábado?
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