Como bien sabeis todos, o casi todos, hasta no hace mucho las llamas arrasaron gran parte de el encanto verde de Galiza. Tras esa gran barbarie de incendios indiscriminados provocados por manos anónimas la marea negra invadio nuestra tierra. Hace muy pocos años la marea negra fue un "prestigioso" fallo del PP que no supo actuar ante un pequeño accidente que desembocó en tragedia. Hace solo unos días que nosotros ardíamos con la tierra con lágrimas en los ojos viendo como una parte de nuestro ser se calcinaba. Los políticos se dedicaban a lanzarse críticas, unos a otros PP a PSOE y vicieversa. Discutir en tiempos difíciles en lugar de dejar por un momento sus diferencias a un lado y luchar unidos por una causa común, Galiza.
Verborrea o diarrea verbal padecen nuestros políticos que se dedican a buscar la culpabilidad de la desgracia en lugar de intentar ayudar. Siempre hay algún político que ayuda... a posar en la foto claro, que siempre queda muy bien. La política en estos últimos tiemos se ha vuelto negra, primero el fuel y luego las cenizas, y yo lo único que sé es que ayer mientras paseaba por un monte quemado me dolía el corazón porque una parte de mi ser se había quemado.
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