El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

24 septiembre, 2010

Miedos irracionales

Recuerdo que, cuando era pequeña y me mandaban a la cama aún sin tener sueño, solía tener miedo a la oscuridad. Mi ventana daba a la calle, justo allí había una farola que alumbraba todas las noches a la poca gente que pudiese pasar, así que la luz se colaba entre las rendijas de mi persiana haciéndome ver formas extrañas a las que mi imaginación daba forma y vida.

En el barrio había muchos perros, mi familia tenía uno llamado Lonxe. Cuando algún perro del vecindario ladraba al viento todos los demás, incluido Lonxe, respondían a los ladridos. Los gatos que pululaban por el barrio hacían ruido y el de casa entraba y salía de mi habitación a sus anchas porque siempre le dejaba la puerta arrimada. Sombras y ruidos hacían que me sintiese insegura y tuviese miedo hasta del póster que tenía pegado detrás de la puerta. Siempre terminaba por taparme entera y cerrando los ojos muy fuerte deseando que ese miedo desapareciese.

De tanta fuerza que hacía para tratar de evadirme de aquel mundo misterioso y desconocido que era la noche me quedaba rendida, me dormía. A veces pienso que las ganas de evadirme del mundo de la noche y sus silencios rotos me hacía adentrarme en el mundo de los sueños.

La mayoría de las veces solía soñar cosas alegres y curiosas. Soñaba con las tardes que pasaba jugando con mis amigos del barrio a todas esas cosas que ahora ya no se llevan, los niños están demasiado ocupados jugando a las videoconsolas. Soñaba con las aventuras que vivía explorando el bosque en busca del lugar idóneo para la construcción de una cabaña o con las tardes de verano en la playa con toda la tropa.

En ocasiones soñaba que algún ladrón asesino intentaba entrar en mi casa para robarnos y matarme. Veía sombras, escuchaba ruidos y todo encajaba en el guión de la película que me había montado en la mente. A veces eran sueños y otras solo pensamientos que mi imaginación tenía antes de dormirme. Me asustaba tremendamente, me angustiaba pensar que pudiera hacerse realidad mi peor temor y que nadie en casa se enterase. El pensamiento intentaba calmar ese miedo irracional a algo que no era real imaginándome que si ocurría de verdad solo tenía que llamar a mi hermano mayor como quien llama a su primo el de ZumoSol.

Anteayer volví a soñar algo parecido y volví a sentir en sueños esa sensación de miedo y angustia, pero esta vez alguien me daba la fuerza y el valor suficientes para afrontar mis miedos y salir a la calle a por esos intrusos con los que tengo soñado en mis años de infancia. Esta vez al despertarme sonreí cuando hace años me despertaba atemorizada y angustiada. Superé mis miedos en sueños y todo gracias a esa persona que me abrazaba y me hacía fuerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es que ese tipo de abrazos tienen un nombre, son los abrazos mágicos.