El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

11 marzo, 2010

Hace tiempo, mucho tiempo...

Hoy, buscando entre mis recuerdos, encontré un texto que escribí cuando jamás había sentido amor correspondido, cuando mis agobios por mi orientación sexual me hacían temer al mundo. Cuando ni siquiera había descubierto el placer de amar a una mujer y dejarme ser amada. Esto debí escribirlo antes de la mayoría de edad y hoy he querido rescatarlo y añadir un par de cosas al final de dicho texto. Lo titulaba y decía así:
AMOR
"Sentir que no respiras, que algo te aprieta por dentro, sentir que no puedes pensar con razón, que no dejas de darle vueltas a tu cabeza, intentar comprender a tu corazón. Querer desear y desear. Desear estar a ti abrazada mirando el amanecer, sentir la impotencia ante la inmensidad del océano, viendo al sol despertar.
Envidiar al sol que acaricia tu cara, al viento que mueve tus cabellos y te susurra al oído. Querer ser aire para adentrarme en tus profundidades, ser fuego para evitar que sientas frío.
Amar por encima de todo, amarte y dejarme amar. Sentir tus suaves caricias sobre mi cuerpo, sentir tus dulces labios alimentando mis ganas de amar. Abrazar tus abrazos y sentirme feliz a tu lado, como si nadie existiese, como si fuésemos los únicos seres humanos de este planeta. Besarte cada vez como si fuese la última, besarte con dulzura, besarte con amor.
Dormir sintiéndote a mi lado, sentir tu presencia, tu respiración sosegada cada noche. Mi única pesadilla sería perderte pero en caso de soñarlo, sentir tu mano tranquilizadora acariciando mi cara, tu voz susurrándome al oído diciendo Te Quiero. Despertar por fin abrazada a ti. Quisiera que la última cara que viese cada noche fuese la tuya, quisiera que fuese también la primera cada mañana.
Ser amada por ti es lo único que anhelo, quisiera sentirme amando a alguien que me quiera, que me necesite, que me ame. Sé lo que es amar pero no lo que es ser amada. Intentar describir lo que siento aquí, muy dentro de mi corazón, es como intentar explicarle a un ciego de qué color es el mar.

Por aquel entonces personificaba el amor por una mujer, una mujer sin nombre, un idilio que transcurría en secreto dentro de mi mente y de mis escritos. En esa época no era capaz de admitir mi inclinación homosexual así que escribía para desahogarme a esa mujer imaginaria a la que dediqué más de un texto. Hoy, leyendo este texto me he emocionado porque al leer estas palabras pienso en las cosas que pensaba entonces y me alegro de haber evolucionado tanto. Si hoy por hoy hubiese escrito ese texto, la mujer de la que hablo tendría nombre y apellidos porque al volver a leer esas líneas no he podido evitar pensar en ella, en la persona que ha conquistado mi corazón, mi amante y amada, el sol de mi vida, el azúcar de mi existencia, la que endulza la boca con sus besos, la llamaré Fiona para entendernos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El amor es la fuerza que mueve el mundo y se presenta ante nosotros en diversas formas, en momentos inesperados o con una rapidez que nos vuelve todo del revés, pero es lo mejor que tenemos para sentirnos vivas.

Sabes? recibí noticias de Fiona y me dijo que ella también te echa de menos...