El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

02 noviembre, 2009

Tempus fugit

Parece que fue ayer cuando conocí una nueva forma de besar y una nueva forma de amar, sin miedos ni dudas, sin porqués ni explicaciones. Parece que fue ayer cuando nos vimos por primera vez, o nos dimos el primer beso sediento de amor.
Parece que fue ayer cuando tu mirada se cruzó con la mía y tus ojos supieron leer los míos que tras todo el nerviosismo de aquella primera cita había algo que merecía la pena. Cuando me dijiste que en la segunda cita tuviste ganas de besarme dos veces me pregunté por qué no lo habías hecho, y luego comprendí que las cosas buenas se hacen esperar. El primer beso fué furtivo y puede que algo tosco por mi parte, aunque más que el beso fue la manera en que lo conseguí lo que no fue acertado. Nunca hubiese pensado que el primer beso contigo fuese tan poco cuidadoso, pero al fin y al cabo ese fue nuestro primer beso y pese a todo me gustó. Y lo guardo en mi memoria como oro en paño. Pese a lo bruto y poco cuidadoso que podría parcer desde un punto ajeno resultó una forma cómica de romper el hielo, ese hielo que tanto me cuesta deshacer en ocasiones, y se convirtió en una forma original de conseguir que nuestros labios se juntasen.
Parece que fue ayer cuando saboreé el primer beso agridulce que nos dimos, te acompañé hasta la mitad del camino que conducía a tu medio de transporte de vuelta a casa y en mitad de la calle nos besamos. No reparamos en nada, sólo nos besamos dulcemente en la noche. Y en ese beso sentí un contraste de sabores, la dulzura del momento y el agrio sabor de una despedida con gotitas de incertidumbre. Una incertidumbre producida por no saber volvería a probar tus labios después de aquella tarde de besos que había hecho mella en mi corazón.
Parece que fue ayer cuando te dije que te quería sin a penas conocernos, pero no es cuestión de conocimiento sino de sentimientos y yo sabía que lo que sentía en el momento era real y aunque sonase a locura te lo dije con algo de dificultad y la torpeza que me caracteriza cuando estoy nerviosa. Ese día sólo te pedí una cosa que has sabido cumplir muy bien y fue que no te escapases corriendo, y desde entonces siempre has estado ahí.
Parece que fue ayer cuando nos conocimos y ya han pasado algunos meses y he de añadir que cada día que pasa te quiero más que el anterior y que no dudo de que lo que siento es recíproco. Parece que fue ayer y por eso estás presente en mis pensamientos durante todo el día... El tiempo pasa fugazmente y con este paso ligero mi corazón se hace más grande y los sentimientos inmensos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece que fue ayer cuando la curiosidad te llevó a dar el paso que marcó el inicio de un camino no conocido,fue el deseo de besar la boca que te provocaba con cada palabra pronunciada, fue el conseguir ver que el mundo pintado de verde puede ser un mundo maravilloso... parece que fue ayer y, sin embargo, todo eso consigue traer a tu boca una sonrisa hoy, y es que como me dijeron una vez: el presente es el pasado del futuro.