Una vela en cada lápida, una esperanza por cada alma depositada en el hoyo del cementerio. Como faros en el mar, la vela trata de enviar un mensaje a los fallecidos. Lo recibirán? Estoy convencida que con o sin vela, mi abuela y mis seres queridos en general saben que una esperanza, una familia, una manada de almas esperan lo mejor dentro de lo malo de la muerte.
Como todo seguramente la muerte tenga dos caras, la buena y la mala. Halloween (o como carallo se escriba) es una manera divertida de festejar el día de los difuntos. La otra cara es la costumbre de ir al cementerio con flores y velas, más triste y angosta. Yo no voy a ir hoy al cementerio, ya he tenido mi dosis ayer. No por ello voy a dejar de tener presente a mis difuntos: mis abuelos paternos, los maternos (y en especial a mi abuela Lola), mi tío Chicho, mi tía Carmen... Esta es mi manera de homenajearlos.
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