Hacía tiempo que no me sentía así. Ilusionada, contenta y pillada por alguien. Un ángel apareció en mi vida por accidente. Un día quedé con una amiga en Santiago en una cafetería a la que solía ir cuando vivía allí y cuando ella entró me dio la impresión de que estaba amaneciendo. Un ángel en una mirada que me gustó al momento. Cuando la miré supe que tenía que robarle por lo menos un beso, independientemente de la situación personal.
Me gusta y le gusto, no es un delito. En la guerra hay daños colaterales y víctimas inocentes y en este juego de guerra que nos traemos pueden salir algunos heridos. Sin guerras no se hubiese conquistado lo que hoy tenemos así que en cierto modo estoy orgullosa de haber luchado en combate, y en las filas del enemigo cuento con una aliada, un ángel, tú. Con enemigos así da gusto pelear. Me gustas nena, no pienses que por no ser la primera no eres importante. Me gustas mucho y voy a seguir adelante. Un beso, o dos, o mil... todos los que quieras.
2 comentarios:
por fin has vuelto, me encanta verte contenta, o bueno, simplemente..... me encantas, wapaaaaaa
Yo nunca me había sentido así, es la primera vez en vida que me pasa ésto (y lo sabes), y aunque lo había imaginado, la realidad siempre lo supera.
Me gustas mucho nena, y cuando te vi en Santiago .... supongo que pensamos lo mismo.
Las demás guerras no me gustan nada, pero lo reconozco, este juego de guerra nuestro me encanta ;)
Muchos besos mi niña
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