Todo empezó la semana antes de la toma de esta foto, los ánimos decayeron y yo con ellos. Infinidad de complicaciones se juntaron para un solo sujeto y traté de distraerme haciendo turismo. El resultado fue bueno, pues grité al viento lo que pensaba del mundo (disculpad si el eco os trae a los oído la frase "iros todos a tomar por culo" pues yo soy la responsable de eso) y el viento, como siempre, se llevo las palabras.
Las palabras se las lleva el viento y el eco se emperra en repertírnosla una y otra vez a través de la geografía y el tiempo, por medio de los recuerdos. Me hubiese gustado estar en ese mismo lugar hace miles de años donde los celtas sobrevivían a muchas más adversidades que una simple depresión, tenían que aguantar viento, lluvia e invasores. Aguantar lo que se dice aguantar, yo sé que lo hicieron porque a través del tiempo han dejado su marca, el precioso Castro de Baroña. Volveré ahí a recargar las pilas y posiblemente me quede a dormir entre la huella del tiempo, es un lugar inolvidable y será inolvidable entonces.
Cual postura de foto atacaré, abordaré y conquistaré... ¡al ataque! Pues todo en la vida es una lucha constante.
P.D: Que te sirva de referencia esto, ¡ánimo, ánimo y ánimo! Pa'lante B que no queda otra que mirar hacia el futuro. Beso.
1 comentario:
es lo mejor para descargar tensiones, disgustos y problemas.
un sitio precioso, pero mas bonito seria sin la presencia humana, como las playas de mi ciudad, donde hay tres playas virgenes, con su flora y su fauna vagando pordoquier. gran imagen chica.
muy interesante tu blog
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