Siempre he tratado de explicar comportamientos irracionales, comprender y expresar lo que las palabras no dicen, un gesto, una mirada. En ocasiones soy capaz de comprender los gestos y las miradas y espero no equivocarme cuando siento lo que siento cuando me miras a los ojos.
Sé que es un tópico del amor pero me pasaría las 27 horas del día mirándote sin cesar, comprendiendo cada movimiento ocular, cada brillo, cada sombra. Dicen que siempre se me dio bien expresar los sentimientos pero cuando estoy pletórica no encuentro de entre mi vocabulario las palabras precisas para describir lo que siento ahora. Me he enamorado como nunca lo había hecho, a un nivel tan profundo que en ocasiones me da miedo por la manera de compenetrarnos. Si yo pienso en ella y le mando un mensaje desde el móvil ella me deja a mi uno en el MSN al mismo tiempo, si yo pienso de hacer una cosa ella lo dice. Jamás me había pasado con nadie y por eso me siento pletórica.
Mi vida es plena cuando nos abrazamos, cuando mirandome a los ojos me dice sin palabras lo mucho que me quiere. Es mi niña y quiero todo lo mejor para ella. Quiero abrazarla cuando le necesite, arroparla en las frías noches de invierno, dedicarle una sonrisa al amanecer para que así tenga un día perfecto, darle todo lo que necesita en el momento preciso, jamás a toro pasado. No dejaré que la rutina apague nuestra ilusión, no dejaré que la monotonía anide entre nosotras y tampoco que la tristeza de mi penumbra (que siempre la tengo presente) vuelva a resurgir para llevarme con ella hacia lo mas hondo. Trataré por todos los medios de no pifiarla y que los momentos malos (que posiblemente lleguen algún día) sean lo más llevaderos posibles.
Porque más de 24 años enseñan mucho en la vida y a mi me enseñaron a poder comunicarme, pues antes no sabía, no quería o es que simplemente no confiaba plenamente. Tantos años me hicieron aprender que ante el menor síntoma de malestar emocional debía actuar.
Porque hay algo muy dentro de mí que desea que esto sea para siempre (por mucho que ese "para siempre" sea demasiado tiempo) y que pronto pueda demostrar a diario que esto que escribo, y que tantas veces te he dicho, es del todo cierto. Te Quiero, mi niña.
Ojalá no me faltes nunca, te necesito.
PD: Habrá quien piense a leer estas líneas "¡menuda pastelada!" y diré yo "¡envidia cochina!". Habrá otros que dirán: "¡Qué cursi!" y yo diré "en el fondo siempre lo he sido"
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