El blog de la zoocióloga que quería ser escritora

ETERNAMENTE EN OBRAS - Este blogue naceu da necesidade de sacar fora o meu mundo interior, como ferramente que me axudou a aprender a expresar e transmitir sentimentos en sensacións. Escribir foi o que fixo de min unha persoa que conseguiu evolucionar ata o punto no que me atopo hoxe.

Neste blogue atoparás textos en galego e en castelán porque dependendo do día no que esscriba e dos sentimentos do momento a lingua que se pronuncia pode ser calquera das dúas.

31 diciembre, 2005

Muere otro año

Una vez más el año llega a su fin, la mayoría de la gente hace balance del año pasado y se propone metas para el siguiente, yo a veces también lo hago. Hace diez días que no escribo nada en el blog porque he estado bastante ocupada, mi hermana ha venido desde el frío alemán a vernos y la hemos recibido con una pancarta que ponía "Bienvenidos a los tres, más vale tarde que nunca" (es que me va a dar un sobrinito).
Este año que viene me espera la novedad de ser tía, no voy a preocuparme de hacerlo perfecto sino que lo haré lo mejor que pueda, teniendo en cuenta que veré a mi "sobri" dos o tres veces al año porque vivirá en Alemania. Intentaré por todos los medios sacarme el título de bachillerato cueste lo que cueste.
El balance de este año es bastante negativo, una ruptura, una depresión, una mala época familiar, una defunción de un ser querido, un niño del instituto que se mata, ... pero los ánimos a estas alturas del año ya no decaen, sólo se mantienen...
Hoy me ha llegado un mensaje al móvil que decía "En el nuevo años se cambia de peinado, de pareja, de casa, de coche, de ciudad, de todo menos de amigos" (o algo semejante) yo conservaré de este año el recuerdo y alguna cosa más, el blog, los amigos, la pareja y la sonrisa... Os deseo un feliz año, bebed y disfrutad que esta noche lo merece, despidamos al difunto año como se merece y recibamos al nuevo igual.

21 diciembre, 2005

Curioso pero cierto

No creo que sea la única persona a la que le pase. Resulta que cuando no estás emparejada te mueres del asco y parece que no le entras por el ojo a nadie, la autoestima baja. Pero resulta que alguien se fija en tí y empiezas a salir con alguien, entonces te llueven los ligues, ahora mucha gente cree que eres irresistible. (Exagerando un poco la cosa, ya que yo no me considero para nada y en ningún momento irresistible)
Tras haber estado sin pareja unos cuantos meses y no mostrar interés por ninguna hembra, llega el reencuentro con el pasado y surge de nuevo la llama. Es entonces cuando te enteras que a Fulanita le das morbo, a la otra le gustas y la de más allá quiere rollete contigo. Y me pregunto yo ¿esto pasa en el mundo heterosexual? Siempre lo he comentado con amigos homosexuales y les pasaba lo mismo, no entiendo nada.
Supongo que las hormonas lanzarán algun tipo de mensaje en plan "Taxi ocupado" y resulta ser el que todo el mundo prefiere, pero las hormonas en otros casos no mandan ningún tipo de señal de "Taxi libre" y de hacerlo debe ser el letrerito algo así: "taxi cochambroso" (entiéndase por cochambroso de lo peor, es mi manera de expresarlo). Puede que vaya en la autoestima ese mensaje, pero yo siempre tengo la autoestima nivelada... nunca se me dispara ni muy arriba ni muy abajo, soy consecuente con la imagen que veo en mi espejo cada mañana "no soy la Jolie, pero algo debe tener"...

18 diciembre, 2005

Crónica de una noche de sábado: destino final, el suelo

Ayer, como todos los sábados me fui a la cerbecería de siempre a tomar algo con un amigo, luego quedé con la tropa Verano Azul (les llamo así por el color del coche de uno de los componentes) Carro, Wishu, Toné y Roke. Tomamos un café y nos fuimos a la conocidísima Isla de la Toja (donde hacían el jabón ese, que ahora si os fijais lo hacen en Coruña) a beber unas birras y a fumar sustancias psicotrópicas, llamémosle petas.
Roke trajo en el maletero unos skates y los patines in line de Wishu, así que mientras unos liaban petas otros hacían el moñas con el skate. Hacía años que no cogía una tabla de patinar y me ponía sobre ella, pero matuve el equilibrio bastante tiempo. A las dos y pico de la mañana, tras haber jugado con los patines, el skate y el diábolo me dispuse a hacer un trayecto de despedida con la tabla de Roke, Toné y Wishu miraban como yo hacía el indio. Isa se había ido con Roke que tenía que irse a casa porque hoy le tocaba trabajar, Roke volvería despues de mi crónica desde el suelo.
Lo dicho, nos encontrábamos Toné, Wishu y yo en la Toja. Yo rulando de un lado para otro con el monopatín, Toné haciendo el moñas y Wishu sentada en el banco. Segura de mí misma decidí hacer el último viaje en tabla así que me alejo unos metros de ellos, entonces la tabla se revela contra mí y decide ir en dirección contraria a la que yo llevaba. Como consecuencia una caida a cámara lenta que termina con todo mi geto en el suelo. Para que os situeis la ostia fue tan grande como lo es mi altura (178cm, casi ná) y al parecer hice "efecto arco" (así lo denominó Toné). Me caí y todo lo larga que soy se calló al suelo, mi cara hizo rebotar el resto del cuerpo que hizo como un arco antes de caer completamente al suelo.
Consecuencias: un colorete como el de Heidy en sus mejores tiempos, pero sólo en un lado de la cara, un dolor de pómulo insoportable y un posterior dolor de cabeza, algo de aturdimiento y la recogida final de mi persona. A las tres y poco de la mañana estaba ya en cama, con un calmante para el dolor y unas ganas terribles de dormir. Soñé toda la noche con el moratón con el que me imaginaba que iba a amanecer, que después de todo no resultó ser tan grave como pensé en un principio.
Hoy todo el día con dolor de mejilla, más bien de pómulo derecho. No puedo tocarme la cara porque me duele y la noto muy caliente. No está de color morado, sólo rojo pero intuyo que mañana estará algo peor. Estoy como si me hubiese pasado un camión por encima, me duelen los brazos, la espalda y, como no, la cara de ser tan wapa.

15 diciembre, 2005

...

Esta mañana sonó el despertador, le dí al botón para que se repitiese a los 10 minutos pero no lo volví a oir hasta pasados 30 minutos. Menos mal que la profesora de Filosofía no iba a clase por lo que tendría que entrar a segunda hora. Entonces a las nueve salí de casa para dirigirme a la cafetería del instituto a desayunar y todo me pareció extraño:
1. En consergería todo estaba muy raro, un reducido grupo de profesores hablaba con gesto serio, así que saludé sin más.
2. En las escaleras de la entrada había dos niñas llorando abrazadas. así que sigo caminando y paso por delante de la sala de profesores, todo estaba tranquilo.
3. Bajando por las escaleras me encuentro a algún profesor que subía con cara seria.
4. Delante del gimnasio me encontré a la directora, a la vicedirectora y al profesor de educación física hablando en un corrillo de algo que había sucedido. También caras serias.
5. Llego a la cafetería, Chus hablaba con otro profesor y parecían consternados.
Yo me limité a saludar y pregunté si ocurría algo que todo estaba muy extraño por la mañana. Entonces me enteré de la terrible noticia, un niño de 4º ESO se había suicidado el día anterior tirándose de lo alto de una vieja cantera de mi pueblo. Al parecer lo había anunciado a sus amigos y según comentaron había en su pupitre un dibujo de un acantilado con la fecha de su nacimiento y la de su muerte, o sea la de ayer. Ya podeis imaginaros cómo se me quedó la cara ante semejante trajedia ¿qué le habrá pasado por la cabeza al pobre del chavalín? ¿nadie pudo ayudarle a superar sus posibles problemas? ¡Cuánto valor y cuánta cobardía! Valor por ser quién de acabar con la vida de uno mismo, cobardía por no saber afrontar la vida con dignidad y tirar para adelante.
Alguna vez he pensado en el suicidio cuando me encontraba sumida en una depresión, intenté hacerme un corte en las venas pero la sangre me impresionó tanto que se quedó en un lijero arañazo. Me hubiera gustado decirle que a su edad todo parece oscuro cuando se tienen problemas, que con un poquito que se ponga las cosas mejoran sustancialmente, que pensara en su familia y en sus amigos porque sin duda un suicidio es un acto de egoísmo puro y duro. Arrebatase la vida para la madre del sujeto a suicidar es como matar un trocito de su alma, una madre que te da la vida junto con un padre es la persona que más respeto merece en esta vida. En ellos pensé yo cuando estaba obcecada en que la vida era una mierda y que no merecía la pena luchar por ella, luché por toda la gente que me quiere y que hace que la vida valga un poco más la pena y aquí estoy, contando lo que terriblemente ha pasado en el instituto.
Me hubiese gustado poder ayudarle y sin embargo pasó a la historia como un niño con el que intercambié palabras para venderle lo que quería de la cafetería del instituto. Ha pasado desapercibido ante mis ojos y ha pasado así ante los ojos de mucha gente que quizás pudieron haber ayudado. Realmente, no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió, así que pasa fugazmente como una persona que no tuvo el valor de afrontarse a la vida y sí a la muerte en acto de egoísmo, perdiendo la mayor batalla de todo los tiempos que ha de afrontar el ser humano, vivir.

13 diciembre, 2005

Consecuencias de un documental

Hoy se me ha dado por mirar un documental de la BCC que se titulaba "Vida en el espacio" y hablaba de cosas que seguramente la mayoría de los seres humanos nos hemos hecho alguna vez: "¿Hay vida en otro planeta?" "¿Estamos solos en este universo?". Hablaba de la cantidad de experimentos, proyectos y tecnologías que estaban empleadas en encontrar una respuesta a esas preguntas.
Personalmente, como excéptica que soy, creo que es bastante difícil que haya vida inteligente en otros planetas. Para que eso ocurra tendrían que haberse dado condiciones atmosféricas iguales, o muy semajantes, a las que se dieron en la tierra hace muchos millones de años. El principio básico de la vida es la célula, es el primer organismo que se puede considerar como vivo. Esas células que aparecieron por casualidad en el caldo de cultivo de la Tierra primitiva, se fueron agrupando y especializando hasta dar organismo vivo con diferentes tipos de células. (Eso para ir resumiendo la teoría que vi hace no sé cuanto en el instituto en clase de biología).
En mi humilde opinión, no creo que las condiciones que se dieron aquí hayan sido exactas en otro lugar en un planeta lejando de una galaxia lejana (las probabilidades de que un fenómeno así se repita serían semejantes a las de que un mono se pusiese a mecanogafriar y por casualidad escribiera "El Quijote"). No sería descabellado pensar, si aceptamos la probabilidad de una vida similar, un planeta con vida inteligente tal y como nosotros la conocemos, que un simio fuera quien de escribir un libro ya escrito, como "Don Quijote de la Mancha".
Hace ya tiempo que he dejado de preguntarme sobre la posibilidad de vida en otra galaxia, acepto que pueda haber vida primitiva ya que muchso organismos primitivos soportan condiciones extremas, condiciones que un organismo vivo más complejo no soportaría. Aceptemos pues que existe vida inteligente en otro planeta, seguramente sea mucho más que el hombre y puede que incluso sepan de nuestra existencia, pero al ser inteligente y ver cómo tratamos a nuestro planeta decidan no mantener contacto con nosotros. El documental finalizaba con una frase que nos hace resflexionar "Nuestra búsqueda continúa y quizás algún día sepamos la verdad". Si dejásemos de preocuparnos por la posibilidad de vida en otro planeta y cuidasemos más del nuestro, seguro nos iría mejor.

Descubriendo el espejo, enfrentandose a sí mismo

Cabalgando entre el desconcierto de la vida cotidiana encontré un pedazito de razón, qué curioso, además estaba envasado en una especie de bote con forma de cabeza, lo guardé de inmediato y seguí mi camino. Tras un camino idílico con trampas ocultas me topé un obstáculo que no sabía afrontar. Pensando qué era aquello me quedé embobada. Una especie de cristal con un mundo dentro, el mundo al revés, lo de la derecha a la izquierda y lo de la izquierda a la derecha, un reflejo del mundo y me vi enfrentado con un caballero misteriso, que al igual que yo tenía la cara cubierta, un caballo blanco y una lanza. ¡Qué extraño panorama!
Yo me movía y él se movía siguiendo mis pasos, imitando el modo de actuar. Pensé que podría ser aquella cosa tan extraña, alguien que no hablaba y que sólo se limitaba a imitarme. Pregunté mil veces por sus pretensiones, pedí permiso para pasar y nunca obtuve una respuesta. Desconcertado pensé en cómo salir de aquella situación, enfrentarme directamente parecía peligroso, parecía muy seguro de sí mismo. No vacilaba en sus movimientos y retarle a una batalla frontal podría resultar peligroso, así que di la vuelta y remonté el camino. A cierta distancia me giré para observar el comportamiento del otro caballero, curiosamente también se había alejado y se había vuelto la vista para observarme.
Cansado metí la mano en el zurrón y tanteé qué objeto le podría lanzar para provocar algún tipo de reacción en él, aunque fuera ira hacia mí. Cogí el frasco de razón y se lo lancé, enetonces escuché un ruido de vidrio roto y el caballero rompió en mil pedazos. El mundo al revés se había roto en infinidad de trozos y tras su rutura apareció un nuevo mundo diferente, parecido al anterior pero semejaba continuación de el mío. Así que me acerqué y cogí un pedazo de esos cristales en los que rompió el mundo, para eso me bajé del caballo, me descubrí el rostro y miré el trozo. Entonces vi mi reflejo en él, lo que nunca había hecho con anterioridad lo había logrado con un pedazito de razón, enfrentarme a mí mismo. Meses después de aquel suceso escuché que "no había mayor satisfacción que ganarse una batalla a uno mismo"...

12 diciembre, 2005

Así estoy yo sin tí (el Maestro Sabina)

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares;
vacío como una isla sin Robinsón.
Oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...,
así estoy yo, así estoy yo sin tí.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí;
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...,
así estoy yo sin tí.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo sin tí.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel.
Errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernobil,
solo como un poeta en el aeropuerto...,
así estoy yo sin tí.
Inútil como un sello por triplicado
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
Violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...,
así estoy yo sin tí.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo sin tí.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil;
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...,
así estoy yo sin tí.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo sin tí.

11 diciembre, 2005

Quiero estar cerca de tí lo más lejos, a tu lado

Ayer escuchando una de las muchas canciones que tengo en mi ordenador me llamó la atención una de Fito. Esa canción explicaba muchas cosas de las que me ocurren.
Empezando por la de que no puedo dormir, la explicación es "porque siempre estoy soñando". Una razón bastante lógica si continuamos la frase que dice "en invierno con el sol, con las nubes en verano". Si Chu leyese este post estaría de acuerdo conmigo en que siempre estoy comiendome el tarro y que muchas veces, cuando estoy bien, busco razones para estarlo mal.
"Mientras me aguanten los huesos, yo quiero seguir" posteando "quiero estar cerca de ti, lo más lejos a tu lado" (queda bien los primeros versos adaptados a este mundillo al que me dedico yo, al posteo)...
¿Quién no ha buscado versos en el fondo de los vasos? Bueno a lo mejor soy la única, pero no creo porque Fito ya lo dice en su canción, voy a pensar que no soy la única que me he emborrachado por buscar motivaciones u olvidar pesares. En fin, se nota que esta canción me ha marcado el fin de semana, ¿será porque echo de menos a Chu, que está de vacaciones en la República Dominicana? Seguramente, así que por hoy lo dejo y me voy a ver una peli que me distraiga. Mañana tengo un examen para subir nota en Filo, tema Platón y es que con la filosofadas que meto de vez en cuando en el blog no me voy a conformar con un mísero 6.

10 diciembre, 2005

Accidentes y roturas

¡Plaf! Se ha roto. Se ha roto y no tengo pegamento. No tengo pegamento con qué reparar lo roto, me resigno. Me resigno a no verte entero jamás, tú que alegrabas las vistas de todo aquel que entraba en tu radio de efecto. Habrá que comprar otro y substituirlo, substituirlo esperando que lo nuevo llene como llenaba lo antiguo el tiempo que se paraban a analizarlo, a extraer una idea, un significado y un porqué.
El amor no entiende de razones, es una lección que aprendí hace tiempo. Un sinvivir de dichas y desdichas que alegran y entristecen, día sí día también la vida de una persona. Pero hoy, mi corazón, se ha roto. Rotos todos los trozos de un corazón astillado y castigado por el desdén de la vida.
¡Ahora me doy cuenta! ¡Tengo la solución! El marco no es importante, quien llamaba la atención de las vistas era la propia foto, el retrato, la imagen. Ingenua de mí, que creía importante el marco con el cristal. ¡Plaf! Se ha roto. Ahora ya no me importa, tengo algo mejor, su esencia que es más que todo y menos que nada.
Al remover entre los trozos de un corazón roto encuentro algo etéreo, una esencia. El éter que se escondía tras la parte física del corazón es lo que queda siempre, antes y después. No sé siquiera si es volátil o no, pero cuando encuentro una masa de éter desprotegida y la observo, veo que poco a poco se va reconstuyendo su armazón hasta formar de nuevo aquel eterno corazón.

09 diciembre, 2005

Miedo

Cuando creí que te alejabas me alegré. Sentí un alivio tremendo a soltar el peso de una angustia tan aguda que un día me hizo delirar. Me alegré. De pronto no sentí nada, ni pena ni gloria. Por un momento creí extrañarte pero era el comienzo de mi andadura hacia lo alegre. Desterré todo negro sentimiento que en mi mente encontré, di la espalda a los malos recuerdos y en un esfuerzo por liberarme salté al vacío.
Pronto descubriría que ese salto no era más que un pequeño peldaño en la maltrecha escalera de la vida. Me alegré de olvidar, aunque fuera por un momento, todos los males que habitaban mi cabeza, mi corazón y en conjunto todo mi ser. Cuando me sentí libre algo me apresó, el miedo a lo desconocido invadió mi cuerpo y mi mente, los malos recuerdos y los negros sentimientos arremetieron contra mí con más fuerza. El poco camino andado con tanto esfuerzo y dedicación resultó ser nada. Entonces recordé que los problemas no habían desaparecido, que poco a poco iban volviendo las aguas a sus cauces. Lentamente me sumergí en ellas y noté de nuevo el sufrimiento que producen los recuerdos que se debieran olvidar. Por momentos creo que lo malo gana a lo bueno y es entonces cuando me cruzo con su mirada.
Tan sólo una sonrisa ilumina la más oscura noche de invierno en las más oscura caverna de lo más profundo de las entrañas de la Tierra. Cuando aparto mi mirada de la tuya siento que te pierdo, me pierdo en lo absurdo del desorden de los oscuros pensamientos de mi mente. Miedo. Mucho miedo. Miedo al día de mañana, al no poder imagiar con certeza un futuro incierto soñado a todo color con las mejores ilusiones del mundo. Miedo a la incertidumbre de si el día de mañana te tendré, miedo al no poder imagiarme una vida sin tí y lo cierto es que prefiero la guerra contigo que el invierno sin tí.

08 diciembre, 2005

Náufrago

Oscuro. Húmedo. Frío. Por momentos siento el viento en mi quijotera, el frío apabulla cualquier otra sensación. La esperanza ausente grita en mi interior en un intento mudo de decirme que no tire la toalla. Oscuro. Húmedo. Frío. Las fuerzas se escinden, pierdo el norte por momentos. Húmedo. Frío. La tabla a la que me aferro vaga sin rumbo en la inmensidad del océano. Frío. Húmedo. La deshidratación comienza a hacer sus estragos ¿por qué no habré muerto ya? Húmedo. Frío. La oscuridad comienza a desvanecerse, ya no sé cuanto tiempo llevo aquí, sobre este trozo de madera que flota. Frío. Húmedo. Pierdo el conocimiento por no sé cuánto tiempo. Frío. Húmedo. Lo recobro e intento abrir los ojos, la claridad me ciega, me hace daño, a penas puedo abrir los ojos. Llevo días sin comer y sin beber, agarrada a esta tabla con la esperanza de que me encuentren. Frío. Húmedo. En los últimos tres días solo una sensación recorre mi cuerpo, frío. La humedad ha penetrado en mis huesos, no tengo más fuerzas para seguir agarrada a este madero, me suelto y comienzo a hundirme. Frío, más frío. Poco a poco me hundo hasta tocar la arena del fondo y me doy cuenta de que la profundidad es poca. Intento como puedo nadar hasta la orilla, desesperado por encontrar agua que beber, hasta ahora solo he tragado por accidente agua del océano. Frío. Consigo a duras penas llegar a la arena y allí no consigo ponerme de pie, me quedo tumbado boca arriba esperando algo, no sé el qué. Frío, más frío. El sol, que ahora azotaba mi cuerpo tirado en la arena no consigue que mi temperatura suba, entonces me desvanezco de nuevo. Esta vez no recupero la consciencia y pierdo el aliento, mi cuerpo se queda tirado en la arena y mi espíritu se eleva. Se eleva y cruza el océano en tan solo un segundo, lo que yo en vida no pude hacer en mi barco, que naufragó a causa de un temporal. ¿Y ahora qué?

Ida de olla navideña

Llegada esa época del año en la que todo el mundo compra sin cesar mi mirada se torna oscura como las largas noches de invierno en tu ausencia. Llegada entonces, una parte de mí se ausenta. Caminar por las calles repletas de luces que intentan iluminar las oscuras noches invernales se hace aburrido. Los niños, cogidos de las manos de sus padres, miran escaparates donde sólo hay juguetes y se oyen muchos "yoquieroeso", me estresan. Parece que el Corte Inglés inagura el comienzo de todas las épocas del año, no hay Navidad sin su campaña televisiva, ¡ah! tampoco la hay sin el calvo ese que sale en el anuncio de la lotería. Los aununcios televisivos van de lo absurdo a lo más absurdo: tenemos a la Isabel Presley que siempre tiene un Ferrero para sus invitados, el tonto del Almendro que parece gustarle lo de la mili todos los años, las muñecas de Famosa se dirigen al portal ¿qué se les habrá perdido allí, las pilas?, los anuncios de perfumes y colonias parecen triplicarse ¿sólo usamos colonia en estas fechas? ¿el resto del año llevamos "oh de sobac"?, las burbujitas de Frixenet (o como se escriba) se adueñan de nuestras mentes ¿quién no ha cantado nunca eso de "queremos ser, queremos ser las burbujitas de frixenet?...
No voy a negar que la Navidad no me guste, es obvio. Tengo motivos para aborrecerla, me parece la época más hipócrita del año, en especial el día de Año Nuevo, que gente con la que a penas te cruzaste dos palabras durante todo el año, o peor, que te ha puesto a caer de un burro durante el año, te desea con la mejor cara "un Feliz y Próspero Año ". El pasado Fin de Año no salí por encontrarme con fiebre, no eché de menos los trajes de noche las copas de champán y los brindis por doquier, por eso este año no sé si saldré. En estos días que faltan para terminar el 2005 haré balance del año y tomaré mis decisiones, marcaré metas para el año venidero y os lo contaré. Procuraré disfrutar estas fiestas junto a mi familia, que se vuelve a reunir para celebrar algo que ya no será lo que un día fue.
Cuando mire al cielo y vea de nuevo una estrella fugaz pediré un deseo y será "no perderte jamás"...

Buscando en el baúl de los recuerdos...

Rebuscando en el baúl de los recuerdos de mi viejo y desactualizado blog me encontré un texto que escribí cierto día como hoy. Solo quiero presentároslo y matizar que ahora tiene otro significado para mí un tanto diferente al día en el que lo escribí.
El mueble
Por aquel entonces yo era un árbol robusto y con hojas verdes. Mi impasibidad ante el viento, a veces huracanado, me producía una sensación de poderío. Todo ese poderío fue mermado poco a poco. Años de sequía produjeron que mis hojas no fuesen tan verdes como siempre y empecé a secarme poco a poco. En esa época un animal muy curioso llamado hombre teminó con ese poderío que tenía, dejé de ser impasible ante el viento para que me cortaran e hiciesen de mí muebles. La vida como mueble no estaba mal, impasible ante las horas. Me sentía útil porque en mis entrañas guardaban de todo, desde prendas de vestir hasta objetos varios. Cierto día un pequeño insecto se paseo con chulería por encimade mí, era una polilla (o más bién una carcoma) y empezó a hacerme cosquillas. Hizo un pequeño agujero en mí, me hizo gracia porque no me dolía simplemente buscaba un refugio y a mí no me pareció mal. Pero algo sin importancia como ese hecho se convirtió en mi perdición. Poco a poco ese pequeño agujero se fue multiplicando porque la polillita se reproducía con bastante rapidez (en relación a la velocidad que nos multiplicábamos los árboles, que aunque ahora no lo era yo me sentía así) ... Pasados los años la familia con la que vivía me cambió de sitio y me trasladó al desván. Allí me sentía solo y algo inservible porque nada más que acudían a mí a guardar trastos viejos, ya no guardaba objetos de uso cotidiano, tan solo ropa vieja y trastos anticuados. Ahora ya no me gustaba la sensación de sentir dentro de mí un mundo a parte, poco a poco sentía como mi vida se iba apagando. Poco a poco trozos de mí se fueron callendo, que si tiradores, que si una pata... Recuerdo el final de mi vida, el fuego consumió mi físico pero el alma salio volando sin mirar atrás para llegar a ser libre. Ahora añoro aquella impasibilidad que mostraba cuando era árbol, la utilidad y el trato con la gente, el cuidado que me daban cuando fui mueble. Pero río al pensar que puedo desplazarme, no pertenezco a ningún sitio, me muevo de aquí para allá, no necesito una tierra húmeda que me dé de comer, una mano humana que intente curar la enfermadad de la carcoma... Ahora nada me afecta, ni el paso de los años... con el simple hecho de SER, soy feliz.

06 diciembre, 2005

Una vez más... Nunca Máis!

Paseando por entre las rocas encontré el recuerdo de algo que jamás debió haber sucedido. El 13 de noviembre del 2002 se hundió el conocidísimo petrolero que estuvo a punto de arruinar la vida a la sociedad gallega. Lo dicho, paseando un día de estos me topé con restos de lo que se llamó "galipote" o "chapapote", resumiendo una mierda pastosa que pringó la costa gallega casi por completo. No voy a entrar en debates políticos, cada uno que piense lo que quiera de quien quiera, sólo quería recordar que cosas como esas no debieran ocurrir.
Recuerdo los días de trabajo limpiando en las playas de mi pueblo, recuerdo la sensación que tuve cuando vi una de las principales playas (que condecoran con bandera azul en verano) repleta de esa mierda negra. No pude contener las lágrimas que resbalaron por mis mejillas llegando a la arena. No se puede explicar con palabras el tremendo horror que sentí, una parte de mí se iba al fondo con el Prestige y sólo tuve un minuto para recomponerme y sacar fuerzas para colaborar en la limpieza de las playas.
Han pasado ya tres años y mucha gente recuerda eso como algo lejano, yo hasta hace poco no me había parado a pensar de nuevo en aquello pero paseando por la playa me encontré el recuerdo del desastre. Como ese rincón habrá cientos en toda la costa gallega al que no se haya podido llegar para limpiar las rocas, esos serán sitios que mantendrán por años el recuerdo imborrable de una trajedia que unió a todo un país, que movió masas y removió conciencias. Galiza siempre estará agradecida por el apoyo recibido entonces y yo, como parte de ella, también lo estaré.